Trabajadores de FCC ven "cosas raras" que alargan la licitación de contratos de basura y limpieza

Los trabajadores del servicio de recogida de basuras y limpieza viaria de Ponferrada celebran este jueves la festividad de San Martín de Porres, patrón de este área, una jornada que habitualmente sirve para poner al día la situación del sector y del servicio.

Por ello, denuncian que se están produciendo «cosas raras» en el proceso de licitación de los nuevos contratos en que el Ayuntamiento de Ponferrada ha dividido esta prestación. Por un lado la limpieza y por otro la recogida de basuras,  

Precisamente, los representantes sindicales de la plantilla ha vuelto manifestar su opinión contraria a que la licitación del servicio  se realice dividiéndose en dos lotes, según indicó el presidente del comité, Javier Gutiérrez. Pero es que, con un contrato de continuidad con la empresa FCC que están desarrollando ahora -después de que el anterior macrocontrato fuera anulado judicialmente-los problemas siguen y el proceso de la nueva licitación se alarga. Eso, después de que esta semana se conociera que la Mesa de Contratación haya dejado desierta la adjudicación porque las ofertas de la empresa Urbaser a los dos servicios estaban en tamaño de letra distinto al que se pedía en el pliego. Y la oferta de la empresa FCC la excluyeran también por el mismo motivo del de recogida de basuras, mientras, sin embargo, su oferta si fue aceptada del proceso de adjudicación de los servicios de recogida de basura porque sí se ajustaba a tamaño.

Las dos empresas que han presentado estas ofertas rechazadas por motivos formales, podrían presentar alegaciones ante el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de Castilla y León, que, según han afirmado desde el Ayuntamiento, se espera que pueda resolver esto en un mes. 

Pero lo que no entienden los trabajadores es que como hace unos meses «había interesadas seis empresas y ahora mismo solo hay un lote en la que está una empresa y en el otro ha quedado desierto. Nos parece muy raro y que el pastel hace tiempo que está repartido» afirmó Gutiérrez, que no ve una solución a corto plazo. 

Es una gota, un tanto inexplicable, según los trabajadores, que se suma a todos los problemas que ya tiene el servicio, como es la falta de plantilla, que no alcanza las 70 personas cuando son necesarias más de un centenar, y una maquinaria obsoleta que impide prestar las tareas en condiciones y que provoca que la ciudad esté en unas importantes condiciones de suciedad.