¿Torneros versus Villadangos?

El verdadero desarrollo de dos de los polígonos más importantes de la provincia se puede ver afectado por la competencia entre ellos, por lo que evitar que se diluya el esfuerzo inversor tanto público como privado debe ser ahora uno de los objetivos

Durante demasiado tiempo se apostó por construir un polígono industrial casi en cada uno de los municipios
23/07/2019
 Actualizado a 08/09/2019
La investidura del presidente del Gobierno ha vuelto a llevar al Congreso de los Diputados descalificaciones y debates que aburren al electorado de todos los partidos.Los líderes de cada uno de ellos se esfuerzan por ‘vender’ su mensaje, por diferenciarse del resto, por aparentar, según el momento, que son más los puntos que les diferencian de los que les unen, aunque hay algunos intereses, muchos, que deberían ser comunes a todos ellos. Al trasladarse al plano local, las diferencias se van diluyendo, y durante demasiado tiempo, durante demasiadas campañas electorales, fueron prácticamente idénticos los proyectos con los que se intentó atraer el voto, tanto en la esfera autonómica como en la provincial o la local. Entre ellas, se prometieron muchos polígonos industriales, casi uno en cada municipio. Muchos de ellos nunca se llegaron a desarrollar y otros muchos están urbanizados y abandonados. En el caso de León, dos destacan por encima del resto: el de Villadangos, que es con diferencia el que más ha crecido a lo largo de los últimos años, y el tan nombrado de Torneros, para muchos una entelequia en torno a la que giran muchas promesas y pocas realidades. Lo que resulta evidente es que el desarrollo real de uno de ellos traería muchos beneficios a la economía provincial, pero será difícil que los dos puedan alcanzar el nivel que los políticos pretenden y que no se van como competencia el uno del otro. Que no se diluya el esfuerzo inversor debe ser uno de los objetivos.
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