16/01/2023
 Actualizado a 16/01/2023
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El griego Hesiodo, que era labrador, nos describe a los ‘Hijos de la Noche’. Dice que primero tuvo a la odiosa Muerte, el Destino, el Sueño, y a los Ensueños; y todo esto sin haber yacido con ningún dios ni hombre alguno. Luego tuvo a Momo, a la dolorosa Aflicción, y a las Hespérides. A continuación dio a luz a Las Parcas, inexorables, que persiguen a los culpables, sean estos hombres o dioses. Después tuvo a Némesis, azote de los mortales; después al Fraude, al Amor carnal, a la Vejez, y por último a Eris, la del corazón violento.

Hijos de Eris, y nietos de La Noche, fueron el Trabajo, el Olvido y el Hambre, los Dolores, las Peleas, los Combates, los Asesinatos, las Matanzas, las Discusiones, y las Palabras Falaces… ¡Vaya familia! Y algunos de ustedes, de seguro, renegando a veces de haber venido al mundo en una, labradora también, de iletrados que no conocían libros como no fueran los calendarios que regalaban a primeros de año los vendedores ambulantes: el Zaragozano, el de San Antonio, o el del Sagrado Corazón, todos con mucha propaganda de productos que ellos nunca consumían. Y en la que, a lo más que llegaban a decirte, si preguntabas, es que eras un «tontalán» como esos que andan todo el día leyendo bobadas en los libros.

Los «tontalanes» de ahora, además de libros, periódicos y revistas, consultamos eso del Facebook. Allí encontró el cronista un análisis de los leoneses a manos de un tal Urbicum Flumen. Dice allí que los habitantes de La región leonesa debiéramos haberles pedido a los Reyes Magos: 1) Más valentía, 2) Más autoestima, 3) La erradicación del individualismo, y 4) Inteligencia y perspicacia. Y nos achaca los siguientes defectos: 1-No ser conscientes de nuestra situación; 2-Mirar para otro lado: 3-Ser espabilados y mentirosos. Y propone el siguiente slogan: «Los leoneses no protestan, emigran». Según él, nos arrogamos un status superior al que nos corresponde.

¿No será que seremos también hijos de la Noche? ¿Y que, por eso, abundan tanto aquí cazurros y escritores? En todo caso, y de ser usted del gremio de los últimos, guárdese de no tener controlada su vanidad, pues, como declara el gaditano Felipe Benítez Reyes, «cualquier escritor que tenga un poco controlada la vanidad está condenado a decepcionarse de sí mismo» (El País 10.1.23).

«Nos han robado nuestro proyecto vital», se queja el río Órbigo en el Facebook. «Eso ye que te jodiú» le decía el juez de paz a aquella de Cármenes que se quejaba de que el su hombre se apretaba de noche contra ella y berreaba sofocos.
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