Tomás Castro: "El Encuentro se va a desarrollar de una forma mucho más ordenada, va a ser muy vistoso"

Asegura que le parece «un siglo», pero hace apenas dos meses que Tomás Castro ha sido nombrado como nuevo abad del Dulce Nombre de Jesús Nazareno. Un cargo que asumió con la intención de hacer lo mejor «por mi cofradía» y que lo ha llevado a impulsar varios cambios desde entonces. «Intento trabajar por la ciudad y por mi cofradía, de la que soy desde niño. Entré en ella con 12 años, aunque en mi familia hemos sido papones desde 1922 y en concreto del paso de La Crucifixión, del que fui bracero desde los 16 años, cuando empecé a pujar pequeñas tiraditas que me dejaba mi tío abuelo. Desde entonces he vivido siempre la Semana Santa, que es algo que llevas dentro y que no te puedes quitar», aseguró este miércoles en Cope León.

Castro, que participó en el espacio ‘Entre nosotras’, que se emite en colaboración con La Nueva Crónica, reconoció que cada vez que haces alguna cosa nueva «todo el mundo empieza a opinar». No obstante, subrayó que los cambios que se harán de cara a esta Semana Santa no son exclusivamente decisiones suyas, sino que es la junta de seises, a la que pertenece como abad, la que decide lo que «mayoritariamente se quiere hacer». Ente las novedades destacó la creación de una agenda de patrimonio para «trabajar de forma continua con nuestros pasos, esculturas, en restauraciones que guarden una línea estilística y que sirva también para planificar inversiones y para saber en qué momento vamos a tener terminado el trabajo». Una medida a la que suma otra que sabe que es «más polémica» porque implica cambios en el popular El Encuentro, de la procesión de Los Pasos. «No vamos a suprimir el acto», aclaró para frenar rumores que dijo que ya le han llegado.

«Se va a seguir desarrollando en la Plaza Mayor, pero de una forma mucho más ordenada, va a ser muy vistoso». Según dijo, los pasos dejarán de tapar la visión de El Encuentro y también se eliminará el problema que supone que los hermanos estén esperando una hora y 50 minutos desde que llega la Oración del Huerto hasta que sale, entre otras cosas.

El resultado, en su opinión, será un acto «más espectacular, más accesible», en el que va a haber 1.500 personas de pie en una Plaza Mayor que permitirá la entrada de más gente y se trabajará también en la seguridad. «Nuestros pasos están bloqueando las salidas de emergencia, se está incumpliendo un plan de emergencias... Si hay algún problema a ver quién es el que firma para dejar las cosas como están», advirtió.