Todos los elogios son pocos

Las ONG que actúan regularmente en la provincia se han volcado para ayudar a los más débiles a superar esta situación, que supone un doble castigo para ellos. Durante el confinamiento se sucedieron las muestras de solidaridad tanto del personal contratado por estas organizaciones imprescindibles de la sociedad civil como por los voluntarios con los que amplían su campo de actuación para minimizar los daños de una situación que no se recordaba en España. El tejido social leonés ha demostrado que es capaz de llegar a muchas personas que lo necesitan desde el altruismo y la vocación de servicio a los demás. Asociaciones religiosas y laicas han estado junto a los que se encuentran en una situación desfavorecida para que no falten alimentos o, simplemente, tengan a alguien con quien hablar. Durante estos seis meses de pandemia se han publicado cientos de historias que han ejemplificado ese codo con codo frente a los efectos del coronavirus o Covid-19. Ayer Fele, los comerciantes del Mercado del Conde Luna y Cruz Roja iban un paso más allá, porque la pandemia también afecta al mercado laboral que puede cerrarse aún más para los que ya tienen muy difícil acceder a él. También Alfaem ponía el foco en la necesidad de reforzar la atención a los que pueden resultar más frágiles, pero también en quienes tienen que afrontar el duelo derivado de esta enfermedad.