Todo es bueno para el convento

Las concepcionistas celebran la Inmaculada con nuevas vocaciones y recibiendo el donativo anual del Ayuntamiento de León

Alfonso Martínez
08/12/2019
 Actualizado a 08/12/2019
El alcalde de León, José Antonio Diez, entrega el donativo a las hermanas concepcionistas a través de la reja del locutorio. | L.N.C.
El alcalde de León, José Antonio Diez, entrega el donativo a las hermanas concepcionistas a través de la reja del locutorio. | L.N.C.
El Ayuntamiento de León ha cumplido este domingo con una tradición que alcanza ya los 363 años de historia. Se trata de la visita al convento de la Inmaculada Concepción, que va acompañada de una misa y de la entrega de un donativo por parte del alcalde para contribuir al sostenimiento de la orden.

La cita se repite cada ocho de diciembre desde 1656, aunque no quedó institucionalizada hasta el año siguiente. Así se desprende de un incluido en el libro de actas municipales que se conserva en el Archivo Histórico del Ayuntamiento de León y que está datado concretamente el 24 de octubre de 1657. El convento había sido fundado prácticamente un siglo y medio antes, en 1516, por la Leonor de Quiñones, hija de los condes de Luna.

La corporación municipal ha salido de la sede del Ayuntamiento en la plaza San Marcelo hasta llegar al convento, donde ha sido recibida por las hermanas concepcionistas.

Tras la correspondiente celebración eucarística, el alcalde de la capital, José Antonio Diez, que debutaba en esta tradición, ha hecho entrega del donativo a la congregación a través de la reja del locutorio, que está ubicado en la planta superior del convento. La cantidad se había mantenido estable durante los años de la crisis (540 euros), aunque desde 2017 el Ayuntamiento había sido más generoso y había elevado la cantidad hasta los 650 euros. Este año, la cuantía del ‘aguinaldo’ ha sido de 550 euros

Posteriormente, los asistentes han degustado pastas acompañadas de mistela y han cantado el que ya se ha convertido tradicionalmente en el primer villancico de la Navidad. En este caso, ‘Campana sobre campana’.

Es tradición que las hermanas aprovechen este día para pedir ayuda a la hora de mantener su convento. En este caso, han mostrado su preocupación por el deterioro del artesonado del locutorio, que necesita tratamiento y una mano de barniz. “A ver si la Junta se da cuenta”, ha comentado el alcalde. “O la Diputación, o el Ayuntamiento, quien sea, porque es una pena que esté así”, ha replicado una de las hermanas.

Mejores noticias hay sobre las nuevas vocaciones, puesto que en las últimas semanas ha entrado en el convento savia nueva llegada desde Colombia. Hasta el año pasado, las hermanas mostraban su preocupación ante la falta de vocaciones. «No perdemos la esperanza, pero eso sólo lo sabe el de arriba», solían decir desde el otro lado de la reja. Pero ya hace un año celebraban la llegada de tres nuevas hermanas. Y esa tendencia se consolida.

La tradición ha seguido ya en la Plaza Mayor con el canto de la Salve y la glosa a la Virgen a cargo del cronista oficial de la ciudad, Máximo Cayón, quien ha ensalzado la intensa tradición mariana de la ciudad y las raíces de su fervor inmaculista. “Este rincón de la Virgen en la Plaza Mayor es uno de los de mayor sabor histórico de la ciudad”, ha remarcado.

Los actos han culminado, como también es costumbre cada ocho de diciembre, con el tradicional aperitivo en Casa Benito, establecimiento que, junto a la mueblería El Condado, contribuye al mantenimiento del rincón mariano de la Plaza Mayor.
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