La capital berciana no pudo celebrar el triunfo de ninguno de sus compatriotas, pero asistió igualmente al adiós de una leyenda. El veterano Tito Macías quiso despedirse por todo lo alto y lo hizo. Pese a la derrota, pocos pueden presumir de colgar los guantes tras un combate por el título mundial en el que puso contra las cuerdas al actual campeón, el italiano Luca Cecchetti.
Con el pabellón entregado al berciano, la pelea se polarizó desde que sonó la campana. Macías aportó la pasión y el corazón del que sabe que no lucha solo por sí mismo; Cecchetti la sangre fría y el saber estar de un campeón que sabía que el tiempo siempre jugaría a su favor.
Así, tras resistir el vendaval inicial de Macías, que llevó la iniciativa durante la primera mitad del combate, el italiano, que se había limitado a defender, empezó a devolver los golpes para darle la vuelta al combate. Pese al último arreón del berciano, que quiso terminar su carrera dejándolo todo sobre el ring, el cinturón siguió siendo para Cecchetti.
No fue el final perfecto, pero fue un final feliz. La grada, totalmente entregado, despidió a Macías como se merece, con una ovación que hizo retumbar los cimientos del pabellón.
Menkovic pudo con Torres
Cristian Torres tampoco logró dejar el título mundial en Ponferrada. El tres veces campeón de España se topó con un muro, Aleksandar Menkovic, que no dio ninguna opción al de Cuatrovientos.
Tras un primer asalto en el que el berciano y el serbio se limitaron a estudiar y observar al rival, en los primeros instantes del segundo se decidió la pelea. Menkovic conectaba un potente rodillazo que provocaba un corte en la ceja de Torres -similar al que le costaba el título a Macías en la primera pelea disputada ante Cecchetti el pasado mes de junio- y el árbitro paró el combate dando como ganador al balcánico.
Coello sí triunfa
Aunque Ponferrada no pudo disfrutar de ninguna victoria berciana, el triunfo de Coello emocionó al pabellón. El gaditano Carlos Coello derrotó por los puntos al portuguésJose Gonçalves para proclamarse campeón del mundo de Muay Thai en peso pluma, recompensando así los tres años que pasó preparándose y formándose en Tailandia, cuna de esta disciplina.
El español mostró muchos más argumentos que el portugués, incapaz de hacer valer su superioridad con los puños, y terminó convenciendo a los jueces para lograr el título que le alza al olimpo del muay thai.