Vivimos tiempos en los que nada es lo que parece, el camufaje ha superado al fútbol como deporte rey. No te fíes de nadie. Ni de nada. Como decía Miguelín el de Acebedo: «Hoy ves un tío con traje y mañana con navaja».
Que llevado a los tiempos que vivimos podría ser que «hoy vemos a un tío que parece el rey del mambo y mañana sale en un coche camino de la cárcel» o que «hoy te están hablando de unos empresarios ejemplares, europeos, de países serios, y mañana son unos sinvergüenzas de tomo y lomo que dejan a 500 obreros en la calle porque han encontrado a otros que se dejan explotar más, es decir, producen más beneficios... No menos pérdidas, no, más pasta gansa al bolsillo».
Y ves a un señor que llega contando cosas extraordinarias y resulta ser un charlatán de feria. Peor, que anda que no hablaban bien los charlatanes de la feria, ¡dónde vas a parar!
Por eso la estampa te habrá llevado a fijar lamirada, te habrá parecido atractiva, bella y hasta ecológica. Un precioso manto verde que domina el espacio, que te invita a acercarte...
Pues, por más que Mauri la haya descubierto y parezca otra cosa, no es más que un espacio para tirar basura.
Demasiadas veces la presunta belleza sólo esconde basura. Lo siento.
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