Tiempo de especulaciones

La Negrilla del pasado jueves –ya saben, la versátil y denunciadora ironía de este periódico en las páginas de opinión– lo clavó. Con un sarcasmo incontestable recogía lo que viene ocurriendo durante los últimos días con algún que otro personaje –‘personaja’, en este caso–, quien, teléfono en mano pegado a la oreja, simulaba estar hablando con Mañueco –el ‘amo’ del PP–, del que se despedía con un «besos, Alfonso». Luego, para aplicarle unas gotitas de verosimilitud a la inexistente y pueril conversación, exclamaba con tono sorpresivo: «¡Qué pesado con que me presente!» Una cantinflada más de la individua. Y otra ensoñación de las suyas, tan absurda como inútil y retorcida.

En definitiva, es lo que viene sucediendo en el Partido Popular de León. Todo muy artificioso. Muy de aquella manera. El tiempo avanza y no dan con la tecla que ponga sobre el pentagrama de la política local el nombre de quien se batirá el cobre para alcanzar la alcaldía del Ayuntamiento de la capital. La verdad, y eso tampoco se discute, es que andan más escasos de gente con tirón, que la pesada de un kilo de castañas con aquellas viejas romanas que se utilizaban en los mercados de frutas y verduras. Y hablando de castañas –que ya estamos en el tiempo– es posible que, cuando corresponda, la lista que se asocie al candidato –en genérico– se nutra de muchas de ellas. También en genérico. Por hache o por be, siempre ocurre lo mismo. Los maulas suelen hallar su sitio sin mayor contratiempo en el PP y a las pruebas hay que remitirse.

El asunto es que el partido en León, ahora mismo, anda más perdido que un pulpo en un garaje. Incapaz de lanzar a la sociedad mensajes claros y concretos, provoca todo tipo de especulaciones callejeras. Y al margen de quienes les gustaría postularse para alcaldables –los clásicos trepas– lo cierto es que el nombre de Esther Muñoz, la delegada territorial de la Junta, es el que más se baraja para la refriega de las elecciones. Ella, si Mañueco se lo ordena y solo Mañueco, asumiría la responsabilidad con todas las consecuencias. Ni la del Grial, ni la del «qué pesado con que me presente» están en esa quiniela, por muchos y variados motivos que en la capital del Pisuerga conocen y rechazan de plano. León es una plaza súper importante, incluso vital, para el presidente de la Junta y no quiere que se vuelva a producir el desaguisado de 2019 cuando pilotaba el partido el ‘exitoso’ Juan Martínez Majo.

Desde Valladolid se han marcado este mes de octubre para definir de una vez por todas a los ungidos en las capitales de la Comunidad y demás municipios importantes. En el caso de la provincia leonesa, léase, por ejemplo, Villaquilambre. Otra patata de difícil cocción. Muy áspera.