Tiempo de dianas

Se abre la veda. No es que no haya habido días de caza a lo largo de este mandato, pero han sido escogidos como aquellos días azules que programaba Renfe. Al tiro de comunicado ha intentado la oposición pasar las barricadas de un equipo de Gobierno que, en Ponferrada ha decidido seguir el paso, sin atreverse a salir demasiado de la línea blanca que seguía hipnótico Emilio Aragón en aquel mítico ‘Ni en vivo ni en directo’. Por si obligan a desviarse, algo habitual estos días en los múltiples destripes que soporta la ciudad, el tripartito, atado con pinzar, guarda la iniciativa para los aplausos y no para responder a una oposición que se ha manchado lo justo. A decir verdad, la pandemia ha contagiado la vida política con la persistencia de un covid que deja maltrechos los pulmones de gritar. Y se han quedado en ese referente pobre de las letras sin cara que facilita la otra vía paralela a la raya continua blanca, la del on line. Y es ahora cuando pisan el acelerador para abrir un tiempo de dianas que comienza encajando piezas en el tapete. Llegan los candidatos a los puestos de salida sin prisa. Los hay que están calentando para salir y cruzan los dedos cuando nadie les ve por si la elección les esquiva. Algunos mueren antes de nacer como reelegidos, como Ruth Morales por Ciudadanos. Otros levantan la mano para comenzar a diseñar carteles de campaña, como VIAs. Y, mientras, comienzan a lanzar fuerte comunicados a la diana. Ahí va uno, Hacienda investiga el coste de cortarle la cabeza a Pongesur. Una posible «deuda» de ocho millones no merece más que un corte de voz enviado a la prensa. Pum, otro dardo, dónde están los presupuestos, qué pasa con la transparencia, dónde está la oposición en ese acuerdo, dónde las exigencias al partido… Una «mordidita» coincidiendo con el envío del comunicado. Pero la sentencia la dicta una ciudadanía que lo que quiere es no mojarse los pies cuando las baldosas dejen claro su lastimoso desamparo y saber qué hay de una Zona de Bajas Emisiones de la que solo se sabe que sí o sí llega. En tiempo de dianas donde se tira desde casa a matar, lo mejor es marcar otro tiempo para abrir oídos, el de mandato. Ahora es invierno para la caza.