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Tíamaruja cumple 90 años

18/02/2022
 Actualizado a 18/02/2022
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Tíamaruja cumple 90 años y todos queremos celebrarlo. Tíamaruja es la hermana mayor de mi padre, la que guarda los manteos, la que sabe la receta de los chorizos y la cecina ahumada, la que cuidaba del fuego de la matanza durante el invierno, la que cuidaba del fuego del hogar. Tíamaruja cumple 90 años y ha visto el mundo pasar de la Edad Media al futuro. Nació antes de la Guerra Civil en un pueblo del Páramo, donde había un solo coche y el Órbigo se secaba en verano, donde aún se usaban las bestias para tirar del arado y se pasaba el trillo sobre el grano. Se casó de negro como mandaba la tradición y dio a luz a su primera hija en el lecho familiar en la casa de tapial. Ahora tiene un nieto que ha montado su consulta de odontología en Gran Bretaña y un bisnieto bilingüe que vive en Berlín.

Tíamaruja conoce los nombres de las hierbas del campo, sabe qué hacer cuando enferma un bebé y tiene en su cabeza la genealogía familiar hasta el siglo XIX. Cuando cumplió 80 años cogió un avión con una amiga y se fueron a Nueva York a visitar a su hermano obispo. Alegremente, confiadamente, atravesó las salas inhóspitas del aeropuerto JFK, y compuso su expresión más divertida ante las preguntas en inglés de un policía de la aduana.

Tíamaruja tuvo un corral con gallinas en el patio de su casa de La Bañeza muchos años, me encantaba escuchar su rebullir cuando iba a visitarla. Hasta que un vecino quisquilloso la denunció porque decía que el gallo no lo dejaba dormir. Tíamaruja me enseñó a hacer rosquillas, croquetas, tarta de almendra y cocido leonés. Aún recuerdo de niña cuando me quedaba a dormir en su casa, cómo sacaba los colchones de lana al patio, los descosía, los aireaba. Esos colchones que se adaptaban a la forma de tu cuerpo, te levantabas y quedaba la huella de quién habías sido en esas horas de sueño.

Tíamaruja ha pasado la pandemia, sola, me acercaba a su calle y la veía asomada a la ventana. ¡Chiqui! ¿Cómo estáis? Hablábamos a voces. Mi hermano le compraba revistas de crucigramas para que se entretuviera y yo iba de vez en cuando a hacerle la compra. Dejábamos el carrito en el portal y salíamos cerrando bien la puerta. Por si acaso. Porque nadie sabía qué pasaría y sí sabíamos cómo la muerte sobrevolaba a los ancianos y se los llevaba.

Tíamaruja cumple 90 años y aún estamos en pandemia. Ha sobrevivido y hay que celebrarlo más que nunca. Tíamaruja cumple 90 años y sigue siendo la que cuida del fuego del hogar.
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