Teresa Mata: "Quien gestiona lo público tiene que ser totalmente intachable"

Entrevista a la Subdelegada del Gobierno en León

A. Martínez / D.L. Mirantes
17/06/2018
 Actualizado a 11/09/2019
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El nombramiento de un nuevo Gobierno conlleva cambios que se desarrollan en cascada y en ondas, desde la Moncloa a las subdelegaciones, de Madrid a las provincias. Este movimiento «abrupto», como lo define la subdelegada del Gobierno saliente, Teresa Mata, lleva a mirar el camino recorrido y el que queda por recorrer. Es momento de hacer balance y analizar las claves de la situación actual, valorar los resultados del trabajo de los últimos tres años y pensar en el futuro.

–¿Qué sabor le dejan estos tres años como subdelegada del Gobierno?
–Estoy satisfecha del trabajo realizado. Me propuse conocer mucho la provincia, trabajar y moverme mucho, y sí que se ha conseguido. Hemos sacado adelante cosas, que por pequeñas que sean, te gratifican. Cuando haces balance lo que más pesa es haber ayudado en muchos pueblos y a muchas personas. Seguro que todo es muy mejorable, pero aunque haya gente que no lo entienda, estoy muy contenta. Ese es el sabor. Me voy muy satisfecha, con la tristeza de la gente que trabaja conmigo, que tienen algo de disgusto... La gente por la calle me reconoce… me voy con esa pena, pero cuando hago balance, me llevo más de lo que traje. Si he dado diez, me he llevado cien.

–¿Qué sido lo mejor de esta etapa?
–La cantidad de gente con la que he tenido la oportunidad de tratar. También he conocido cosas de esta provincia que desconocía totalmente. Me parece que tenemos la mejor provincia de España con mucha gente que hace muchas cosas con mucha ilusión, que por pequeñas que puedan parecer son muy importantes. He visto tantas cosas que no sabría decir nada específicamente.

–¿Qué le ha quedado por hacer?
–Todo lo que esta provincia todavía necesita y por lo que me hubiera gustado trabajar más. Hay proyectos que están a medias. Confío en que el PSOE acierte y el siguiente subdelegado siga en la senda de trabajar todo lo que pueda por la provincia. Desde la Subdelegación del Gobierno se hace mucho más de lo que puede parecer. Somos un órgano de impulso de cosas que si no se quedan anquilosadas, un constante recordatorio de lo que hace falta. Claro que quedan muchas cosa por hacer, perose harán.

–¿Cuál fue su primer pensamiento al ver que triunfaba la moción?
– No estaba ni en la peor de mis pesadillas. Nunca se me había pasado por la cabeza. Quizá porque mi sentido común me imponía que el PSOE no iba a negociar con determinados sectores como el independentismos, Bildu… Estaba convencida de que no iba a pasar nada, pero pasó y hay que entenderlo dentro del uso normal de las normas democráticas que nos hemos dado. Es una cuestión singularísima, pero está dentro de lo que nos hemos dado en el Estado de Derecho y hay que aceptarlo cómo viene. Para mí no solo fue sorpresivo, sino que creo que Mariano Rajoy se merecía acabar el mandado de una forma no tan abrupta. Cuando digo abrupto quiero decir inesperado.

–¿Ha sido contundente el PP a la hora de asumir responsabilidades por casos de corrupción como la Gürtel?
– Mariano Rajoy ha asumido una responsabilidad política de hechos de terceros, que desde luego son execrables. La corrupción no es admisible como concepto, es un tema de principios. Desgraciadamente en este país hemos tenido una moral muy laxa en estos temas, no es de ahora. Yo siempre he pedido la misma vara de medir, que tiene que ser idéntica, y la pone lo público. Quien se dedique a lo público, tiene que ser intachable, me da igual la ideología que tenga. Tenemos que pedir que nuestros gobernantes sean transparentes y no tengan tacha, especialmente en todo lo que se relaciona con la corrupción. Quien gestiona lo público tiene que ser absolutamente intachable en su comportamiento social y personal. Además debemos de ser ejemplarizantes, sea el PSOE, Izquierda Unida, Podemos, Ciudadanos o el PP. No sé si Mariano Rajoy ha sido contundente o no, pero creo que sí ha pagado el pato de comportamientos de terceros que no son admisibles. Pero Rajoy ni está condenado por nada, ni él personalmente debe asumir lo que no ha hecho. Es cierto que lo ha hecho gente de su partido, que salpica a todo el mundo y, en este caso, se lleva por delante a un presidente que admiro muchísimo y creo que ha hecho mucho por España. Espero que el tiempo y la Historia le pongan en su lugar.

–Entre esos logros se le atribuye a Rajoy la recuperación de la economía, al menos de las grandes cifras ¿Cómo analiza la evolución de los últimos años? Hay más empleo, pero sigue habiendo precariedad.
–Hay muchas cosas mejorables. La economía va algo mejor, las cosas no están como estaban en 2012, pero hay que seguir mejorando y esta provincia necesita un impulso económico. Es lo único que nos va a dejar luchar contra la despoblación y el envejecimiento.

–La Minería ha sido uno de los grandes temas que ha tenido que tratar.
–No puedo decir que la minería está en el punto en el que me gustaría. Me hubiera gustado que hubieran podido guardar su puesto de trabajo, que el carbón estuviera definido en el mix energético y eso permitiera que la actividad no cesara… Pero es algo que tendrá que acabar de dibujar el nuevo Gobierno, aunque yo no lo veo claro. No pinta bien, no quiero ser agorera, pero veo falta de coherencia, se está diciendo lo mismo y lo contrario. Sé lo que han dicho que iba a hacer. A ver si se convierte en realidad. Desde la oposición es muy fácil decir lo que se tiene que hacer, pero otra cosa es hacerlo. Ahora tienen la oportunidad de ponerlo en práctica.

– Las infraestructuras son otro de los asuntos en los que se han vertido críticas al Gobierno.
–En materia de carreteras ya estaba más contenta porque habíamos logrado bastante dinero para arreglar la León-Benavente que está intransitable, está fatal. Hay que entender que no somos la única provincia de España y que hemos estado en años que no son de bonanza. Hay proyectos iniciados ya que son muy interesantes. La A-76 era una reclamación del Bierzo, está todo bien encarrillado y espero que no se tuerza nada. Espero que sigamos viendo que va todo para adelante y que en un tiempo razonable deje de haber quejas de nuestras carreteras, que por otra parte son razonabilísimas.

–No ha podido ver los trenes de Feve entrando en la ciudad.
–Los veremos. No me importa quién inaugure qué. Se trata de trabajar por León, pero me preocuparía no verlo como ciudadana. La situación ha mejorado en los últimos años y a medio plazo se irá corrigiendo. Acabaremos viendo la integración de Feve, pero hay que tener mucha paciencia en estos proyectos, no hay nada inmediato. Los procesos administrativos y la tramitación dilata muchísimo los plazos.

–Eso se ha acentuado con la nueva Ley de Contratos.
–Eso evita que podamos hacer cacicadas. Tiene una parte positiva y otra negativa. La negativa es que se dilatan los procedimientos. La positiva que todo se hace dentro de la legalidad, que es lo que queremos todos.

–¿En esa línea va también el decreto de juntas vecinales?
–Yo he contado nuestra realidad, nuestra percepción y todo eso se ha trasladado al Ministerio de Hacienda y Función Pública junto con la petición del presidente de la Diputación de una moratoria. Lo que querían [el ministerio] era tener un tiempo para poder ser sensibles a nuestra reivindicación, que es en la única provincia en la que se produjo. Es un tema que se arreglará. Hay que mantener las Entidades Locales Menores (ELM), la pedanías, de León, igual que hay que mantener las Diputaciones en provincias como la nuestra porque trabajan mucho y bien para nuestros pueblos. Son parte de nuestra Historia, son parte de lo que somos. Eso no impide y no empece que desde el Gobierno estatal haya que controlar el buen uso del patrimonio y de los bienes de economía de las pedanías por el bien de todos. Ahora, vamos a ver qué tipo de control hace falta.

– En estos tres años le hemos oído decir que ha echado de menos la Universidad ¿Va a echar de menos la política?
–En la universidad hago política en alguna medida porque cuando explico mi materia, avisando y dentro de la Libertad de Cátedra, explico las cosas como las veo. Además, dentro de la universidad siempre acabo en cargos de gestión. Ahora estaré tranquila, daré mis clases y ya veré. Pero nunca me he cerrado a la política. Siempre estoy a disposición de mi partido. En cualquier caso, no voy a echar de menos la política, porque incluso en el café diario está presente. Me preocupa mi país y tengo vocación de servicio.
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