10/03/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Guardar
Los lectores —o el lector, lo que toque— me perdonen por el titular de este basamento de hoy y la UEFA también porque no tengo los 200.000 euros (si les vale que los deba, eso sí) que le metieron al Cholo Simeone por afirmar exactamente lo mismo pero en moderno, es decir con traducción simultánea al lenguaje de signos.

Viene la cosa a cuento de que el «tengo yo cojones» es uno de los primeros mandamientos del Grupo de Filósofos de lo Rural sin Obra Publicada, de ahí «dimana» todo, que decía uno que emigró a Barcelona y aprendió palabras. Yo ya he dicho que si un día publico un libro se va a titular «Tengo yo cojones, pero no tengo alicates», siguiendo las teorías de Juan El Hojalatero, que cuando veía pasar un avión y sentía que el vecindario miraba con cierto desprecio cómo él trabajaba con un poco de estaño y una cazuela «que perdía», como echándole en cara que no todos los ingenieros trabajan al mismo nivel, entonces agachaba la cabeza para decir alto y claro: «Tengo yo cojones para hacer un avión». Ahí detenía el discurso, abría el cajón de las herramientas, y haciendo gestos de contrariedad con la cabeza acababa la frase: «Lo que no traje son los alicates». Y todos entendíamos que hacer un avión sin alicates es una tarea muy complicada, averando conlo imposible. Y así salvaba su honor el artesano.

Pues en esas estamos en la ruralidad, en que tenemos nosotros cojones para acabar con esto. Ya lo dijo el maestro Enrique Zapico cuando Zapatero llegó a presidente: «Pocos cojones tenemos los leoneses si dejamos que lo desprecien otros, estando nosotros aquí». Oye, dicho y hecho, queda el Inteco y ya nise llama.

¿Y vamos nosotros ahora a necesitar a Pablo Casado, Rivera, Sánchez oRocío Monasterio para acabar con la ruralidad? Ya lo dice Farraperas enfadado cuando ve a Monasterio que quiere engatusarnos diciendo que habrá toros por las fiestas de Santiago. «Si tuvieron ellos cojones para acabar con las vacas, ¿no vamos a ser capaces nosotros de acabar con los toros?».

Otra cosa es que ellos tengan alicates. O tontos que les rían las gracias, que no les faltarán, con tal de ir en la lista.
Lo más leído