Telefónica desarrolla en Castilla y León la clave de los servicios 5G

El proyecto se está llevando a cabo en el Parque Tecnológico de Boecillo (Valladolid)

Ical
01/08/2019
 Actualizado a 18/09/2019
Parte del equipo de desarrolladores del Centro I+D de Telefónica en Castilla y León. | ICAL
Parte del equipo de desarrolladores del Centro I+D de Telefónica en Castilla y León. | ICAL
La empresa Telefónica, a través del Centro de I+D que tiene en el Parque Tecnológico de Boecillo (Valladolid), trabajará para construir una arquitectura inteligente que permita hacer realidad los servicios 5G como el coche conectado o el procesado de la información de sensores dispositivos inteligentes.

La compañía desarrollará la tecnología ‘Edge Computing’ (borde de red), encargada de acercar la capacidad de procesamiento de los datos a donde se originan, informó en un comunicado recogido por Ical. Esta tecnología, “llamada a revolucionar el internet de las cosas y la Nube, pretende obtener una latencia -retardo o tiempo de respuesta de la red- menor y sostenida y poder aprovechar así las oportunidades de uso de tecnologías como el 5G, como el coche conectado.

Esto supone una evolución del servidores red, conocidos como nube, que consiste en ubicar centros de datos en el lugar más próximo al usuario que existe dentro de la red, las centrales telefónicas. Esto permitirá que la velocidad de respuesta sea instantánea por la reducción de los elementos intermedios de red que introducen retardos innecesarios. La computación en el edge (palabra inglesa para filo o borde) es tan rápida como en los dispositivos y tan económica como en la nube.

Esa mayor capacidad de la red y esos menores tiempos de respuesta que facilitan las tecnologías de computación en el borde de red permiten descentralizar el procesamiento de datos desde la nube y acercarlo al dispositivo en el que se generan, ya sea un robot industrial, una cámara de seguridad o un sensor en un coche conectado.

El vallisoletano Daniel Velasco coordina un equipo multidisciplinar de 15 ingenieros, que trabajan para construir una arquitectura inteligente “que no sólo se base en los grandes centros de computación que hasta ahora recogen lo que llega de los miles de millones de dispositivos distribuidos por todo el mundo, sino en el borde de la red de Telefónica”.

“Estas tecnologías suponen, por ejemplo, que la imagen de un niño cruzando por un paso de cebra o un semáforo en rojo no tiene que viajar ida y vuelta hasta un mega centro de datos en otro continente para que un algoritmo de identificación interprete que el coche debe pararse, sino que ese procesamiento se haga más próximo a donde está el vehículo”. O que una cámara de seguridad en una instalación “no transmita horas de grabación en las que no ocurre nada, sino solo cuando se produce una novedad en las imágenes”, explicó.

Aseguró además que con ello se ahorra tiempo, pero también costes, ya que se requiere menos ancho de banda, especialmente cuando se trata de señal en vídeo. Y se aumenta la seguridad, ya que al ser más corto el trayecto que recorre la información, menos posibilidades hay de que sufra cualquier tipo de incidente.
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