Tecnología punta para descifrar los tatuajes milenarios de las piedras

El arqueólogo berciano Feliciano Cadierno ultima su tesis doctoral en la que gracias a modernos programas informáticos ha podido catalogar 700 pinturas rupestres en Piñera

Diana Martínez
25/04/2017
 Actualizado a 18/02/2019
'De lo rupestre a lo virtual': Los modernos y especializados programas de tratamiento de imágenes permiten revelar pinturas casi inapreciables a simple vista.
'De lo rupestre a lo virtual': Los modernos y especializados programas de tratamiento de imágenes permiten revelar pinturas casi inapreciables a simple vista.
Su empeño es dar a conocer las manifestaciones de arte rupestre en la provincia de León y sobre todo en su tierra natal, el Bierzo, para que todas estas pinturas en las rocas extendidas por las montañas, pudieran protegerse y ponerse en valor. El arqueólogo de Vega de Espinareda, Feliciano Cadierno, ha ultimado durante el periodo de Semana Santa los detalles de su tesis doctoral para la Universidad de Valencia sobre el arte prehistórico, que presentará y defenderá  en breve.

Son más de 700 páginas de estudio, análisis, catalogación y aportaciones inéditas sobre las pinturas esquemáticas que los habitantes de la zona desde el Neolítico plasmaron en las piedras con ungüentos elaborados con grasas y óxidos de hierro de las propias rocas.

El farallón de Peña Piñera, en la localidad de Sésamo, que ha visto día a día desde niño, parecía albergar secretos y enigmas históricos que Feliciano Cadierno se ha volcado, con tesón en descifrar.

En los últimos años, compagina su trabajo en Londres, con su investigación sobre el arte rupestre en la provincia de León, «al que le dedico menos tiempo del que me gustaría». Pero es que Cadierno está desarrollando su análisis con su único esfuerzo y financiación «y el de mi familia». Y es que no ha conseguido la implicación de organismos ni instituciones relacionadas con el patrimonio en su investigación a modo de beca o ayuda. Únicamente el Ayuntamiento de Vega de Espinareda, explica, se ha interesado por el trabajo, «pero no tienen dinero ni competencias para esto». No obstante, el consistorio que dirige el socialista Santiago Rodríguez, sí ha querido aprovechar el potencial investigador de su convecino, para poner en valor la ruta de senderismo de las pinturas rupestres de Peña Piñera, encargándole el diseño de unos carteles explicativos de lo que muestra el farallón. Pinturas, «no siempre visibles al ojo humano no entrenado», reconoce Cadierno. «Puedes tener las pinturas delante y no te das cuenta».

Y es que desde luego, las pinturas rupestres de Sésamo, Librán, San Pedro Mallo, o las que existen en otros municipios de l provincia como Castro Contrigo, no son como los famosos bisontes de Altamira.
Son pinturas de trazos esquemáticos, con distintos tipos de representaciones, que se han convertido ya en un símbolo de la zona.
Varias de ellas son conocidas desde las indagaciones realizadas en los años 80. Otras, se ponen de manifiesto ahora gracias a las nuevas tecnologías.

Feliciano Cadierno ha fotografiado prácticamente todo el farallón de Piñera, «donde se ven pinturas y donde no» y todos los abrigos rocosos de los entornos en los que había evidencias de pinturas rupestres conocidas.
Los programas informáticos con los que trabaja para la elaboración de su tesis, utilizan herramientas de contrastes, rayos infrarrojos, ultravioletas y distintas tecnologías para revelar las pinturas que se han quedado impregnadas en las piedras desde hace más de 5.000 años y que no siempre pueden apreciarse a simple vista. Algunos de los hallazgos los dio a conocer en el año 2014 en un congreso de jóvenes investigadores celebrado en León.

Ahora, con las últimas pinceladas a su tesis, aporta algunas novedades más. Son varios paneles inéditos en Sésamo y alguna otra pintura sin catalogar en Librán y en San Pedro Mayo. «En Piñera se conocían 351 pinturas, yo ahora tengo unas 700» a las que suma, otros cientos de ellas que pudo estudiar distintos yacimientos, incluida una cueva en los montes en el municipio de Fabero, prácticamente desconocidas y que se encontraban en muy buen estado de conservación.

Feliciano Cadierno teme, no obstante, que el macroincendio que arrasó esos montes de la zona el pasado mes de septiembre, hayan terminado con las pinturas. Algo que no ha podido comprobar aún.

Este temor se suma al de la sucesión de actos vandálicos y destrozos sobre pinturas que están al alcance. «Lo bueno de poner las pinturas en valor es que todo el mundo puede disfrutarlas, y lo malo, a la vez, es que cualquiera puede acceder a ellas, personas sin escrúpulos que alteran o simplemente destruyen el arte rupestre, en ocasiones incluso figuras inéditas para la ciencia, por lo que estamos luchando contra reloj para poder salvar lo máximo posible», expresa. «Cada vez que voy a Piñera, me encuentro algo alterado, pinturas falsas, otras dañadas, incluso una bandera nacionalista de Cataluña pintada encima», resaltó.

Es por ello que su intención es poner todo de su parte, desde su estudio y trabajo de investigación, para que estos vestigios de arte rupestre puedan ser incluidos en los catálogos patrimoniales de las administraciones, valorados y protegidos.
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