Te secuestran la mirada

14/02/2019
 Actualizado a 04/09/2019
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Hay animales que tienen una magia especial, como si te robaran la mirada para que no la apartes de ellos: los lobos, los osos y oseznos, caballos, algunos perros... y los corderos.

Los corderos. Indefensos, a veces a lomos de los mastines, otras veces creciendo al calor de una bombilla o el que se regalan unos a otros, cada vez más juntos y bajo la cercana mirada de la madre... y el pastor.

Pero esos mismos lobos que te roban la mirada... matan a las ovejas y a los corderos y reabren eternamente el debate entre pastores y ecologistas, aquel para el que no encontró solución Santiago ‘El Pastor’ y acabó por conceder que «el lobo es el animal más listo que hay, después del Papa... y su señora».

Y esos osos para los que plantamos árboles, abrimos corredores y llevamos de esquina a esquina de la cordillera para que se apareen y no desaparezcan, son los mismos que huelen la miel y no hay quien los detenga destrozando colmenas a diestra y siniestra. Otro debate sin solución que llevó a Enrique ‘El conversador’ a poner unas cuantas colmenas lo más cerca de casa posible para verlos cómo las destrozan cuando pasan buscando la miel. Y después les decía a los niños, cuando les contaba la historia de La vieja del monte: «Soy un ser único, privilegiado, ya he visto ocho veces al oso al lado de mi casa, casi lo podía tocar».

A los corderos los mata el lobo, pero a muy pocos, que el buen pastor sabe que «donde hay mastín... no hay festín». Pero ocurre que en estos tiempos de culto a la buena comida, los cocineros, las estrellas, las teles, el mejor manjar todos dicen que es el cordero, y si es lechal más aún. «De la mar el mero, de la tierra...».

Y así ocurre que la única forma conocida de ofrecer buen cordero... es matándolo. Ni lo pienses o se te atraganta esta imagen que te secuestró la mirada.
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