Tarde e intencionado

El Ministerio de Industria ha presentado una Orden Ministerial a La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, a propósito de la problemática del sector del carbón, para incentivar el consumo del carbón autóctono por parte de las eléctricas, con la finalidad de que dicha Comisión emita informe al respecto. Y fíjate tú qué casualidad que el informe es desfavorable. Algo que no coge por sorpresa a ninguno de los mortales. Teniendo en cuenta que para la elaboración de esta Orden Ministerial no se ha contado con los sindicatos ni agentes sociales, y el ministerio ha jugado a la improvisación. Seguramente si hubieran trabajado con las partes implicadas en la elaboración de esta Orden Ministerial los resultados serían muy distintos. O quizá podemos hablar de mala intención. El juego ha sido no contar con nadie para hacer una chapuza de documento, cumplir con el expediente, aparentar disposición, pero con el fin de que el barco se hunda antes de llegar a buen puerto. Todos los movimientos de la última semana del Ministerio han llegado tarde, han tirado la pelota al tejado de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, la cual no se ha cortado un pelo, y de ahí la pelota pasará a la Unión Europea, donde nos rematarán la faena. Y el resultado será el que todos nos temíamos, cargarse el sector minero español, y en concreto las comarcas mineras de la provincia de León. Porque en el supuesto de que decidan dar alguna ayuda o revertir la situación quizá sea demasiado tarde para muchas empresas mineras que ya estarán arruinadas y desaparecidas. Este gobierno ha tenido cuatro años para dar solución a muchos trabajadores, familias y poblaciones que están sumidas en la más profunda de las depresiones, sin otro anhelo que trabajar con su único recurso primario, el carbón. Pero lo único que se les ha dado son largas, y ninguna otra alternativa. Por eso solo cabe pensar que todos estos retrasos más que casualidad han sido intencionados con el único objetivo de cargarse la producción de carbón nacional por intereses puramente políticos y económicos para beneficio de muchos piratas del poder del capital.