Tamboriteiros

Agosto, el mes vacacional por excelencia, llega ya a su fin. Y, con él, de alguna manera, el verano; el más extraño de nuestras vidas, eso seguro, que la covid-19 está haciendo mella, y de qué manera…

Dejando las consecuencias más serias al margen –que, naturalmente, es lo realmente importante–, no creo que nadie hubiera pensado jamás en un verano sin fiestas en nuestros pueblos; sin misas solemnes, ni bailes vermú, ni verbenas… Era imposible, siquiera, imaginarlo… y ha acabado siendo una realidad que, esperemos, no se repita más. Pero, pese a todo, en los pueblos no han faltado sus paisanos: la tierrina, ya sabes, tira mucho…

Y pensando precisamente en nuestros pueblos y en fiestas, aprovecho ahora para ‘viajar’ unas décadas atrás y recordar a aquellos tamboriteiros –en Losada, sin ir más lejos, todavía nos acordamos de Antonino– siempre dispuestos a animar el ambiente. Son esos músicos –ya lo sabes– capaces de tocar a la vez la chifla y el tamborín; esto es, una flauta de tres agujeros con una mano y, al mismo tiempo, un tambor –que llevan colgado en ese mismo brazo– con la otra, mediante un palillo. No parece fácil, ¿a que no?

Y, si bien ya no son tan habituales, todavía hoy los hay –aunque ligados generalmente a contextos tradicionales–; y algunos de ellos jóvenes, un rayo de esperanza para que no se pierda esta música tan nuestra…

A conservarla contribuyen también trabajos como el que, bajo el auspicio del Instituto de Estudios Bercianos y el apoyo de algunos ayuntamientos de la comarca, llevó a cabo Luis Alberto Mondelo –uno de esos grandes estudiosos de nuestra música tradicional– y que, bajo el título ‘Tamboriteros leoneses. El Bierzo’, vio la luz en forma de CD, si no recuerdo mal, en 2016.

El disco –todavía se puede conseguir– recoge más de cuarenta grabaciones de una quincena de tamboriteiros, y la colaboración de otros informantes, además de interesantes textos e, incluso, partituras. Un valioso regalo para cualquier amante de esta tierra. ¡Mil gracias!