17/04/2020
 Actualizado a 17/04/2020
Guardar
Sales cada día de casa, aunque probablemente prefirieras estar confinado. Te pones tu uniforme intentas que no se note el cansancio, aunque para ti las jornadas han pasado a ser de una actividad mucho mayor con la epidemia y ya va pesando en brazos, piernas y cabezas. Intentas no pensar en que el riesgo crecedebido a tu trabajo, aunque eres consciente de ello y temes por ti y por los que comparten vivienda contigo, si es que no has buscado la fórmula de que no estén este tiempo a tu lado para evitarlo. Te dispones a realizar tu labor con la mejor sonrisa, aunque esta situación no es fácil para nadie y el trato con la gente puede ser difícil por estar todos más susceptibles de lo normal.

Trabajas en un supermercado. O quizás en un establecimiento más pequeño: en una carnicería, una pescadería, una panadería, una frutería, un kiosko... son muchas las variantes. Y tú también luchas en primera línea de batalla contra el virus. A tu manera, obviamente de forma diferente a la que puede realizar un sanitario, pero de forma igualmente necesaria para conseguir sobrellevar de la mejor manera este delicado momento de la historia.

Y aunque a veces veas en las redes sociales o los medios algún episodio desagradable, de alguien a quien no le gusta tenerte cerca por tu mayor exposición a la enfermedad (como si lo hicieras por gusto), debes saber que es absolutamente una minoría que en nada se asemeja a la realidad.

Que el 99% de la gente valoramos lo que estáis haciendo. Que intentamos echar una mano dentro de nuestras posibilidades: ahorrando viajes a tu establecimiento, dándote un mensaje de ánimo cuando nos atiendes o simplemente preguntando qué tal va la cosa para que veas que somos conscientes del esfuerzo que haces. Que vemos esos detalles que tienes, como lo de llevarle tu producto a casa a alguien que por estar enfermo o ser de alto riesgo no puede salir a comprártelo.

Cuando superemos esto y se analicen los errores, que por supuesto los ha habido, a quien no se podrá echar nada en cara es a ti. Por ti también va ese aplauso de las ocho.
Lo más leído