También es buen coche

17/02/2022
 Actualizado a 17/02/2022
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En aquella España que descubrió el lujo de tener un Seat 600 subía el paisano el Puerto de Pajares, cargado hasta los topes de familia y la baca de maletas, cuando les adelantó como un obús un Mercedes de alguien que disfrutaba del lujo de verdad, que los hubo toda la vida y los habrá en el futuro. El paisano del 600 no se inmutó y, viendo que la familia observaba admirada cómo aquel coche marchaba Pajares arriba como si no hubiera cuesta, les dio una explicación a lo que estaban viendo: «También es buen coche», musitó, y a todos les sirvió la explicación pues el buen coche ya había cogido una de las revueltas del Puerto y no se adivinaba de él ni el humo.

Pero a aquellos chavales les caló la lección y cuando al Elosúa empezaron a llegar americanos que medían más de dos metros y ellos se habían quedado 40 centímetros más abajo explicaban: «También hace falta gente que pinte los aleros de los tejados». Claro, que para las puertas, que es donde uno se puede lucir, ya está ellos.

Hoy en día ya nadie impresiona con un coche, cualquiera tiene un haiga, por eso para impactar le tienes que sumar arte, y de Cuenllas que no es cosa menor que diría Mariano.Sí llama la atención en Ordoñopero no tanto como para impresionar al barrendero, que coloca al lado el suyo, como una patena, y mirando al otro piensa: «También es buen coche».
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