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Talento, sexi, ‘cool’

20/07/2015
 Actualizado a 16/09/2019
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Ahora resulta que ser un tío/a listo es de lo más sexi que puede haber. Eso dice en la revista ‘Lui’ la francesa Marie Villepin, de menos de 30 años de edad, cantante en un grupo punk, e hija de primer ministro, que sale a escena con una teta al aire: «Eso es sólo piel, pero lo verdaderamente sexi es el talento».

Nos ha jodido mayo. Eso lo presentíamos todos cuando, a la hora de elegir un cuerpo para llevar a la cama, escrutábamos minuciosamente el culo, o la entrepierna, lugares del cuerpo donde, como se sabe desde antiguo, se asienta el talento universal. Las tetas en cambio, mera piel, tienen algo que ver, pero al decir de los sabios, hay que retrotraerse a la infancia y la lactancia y eso es otro contar. Claro que ésta sería la interpretación cazurra y mezquina, ignorante y nada ‘coul’, cuando esta chica, dechado del saber, hablaría para mentes preclaras, a su altura y condición.

Los Villepin de toda la vida, elegantes, cultos, bien educados, coleccionistas de arte, apasionados de las letras, y sobre todo franceses, no dan lecciones, las imparten; no caminan, desfilan; no se enriquecen, aumentan su fortuna; ni habitan un piso sino una mansión; no fornican, hacen el amor. O como declara la tal Marie: «Yo follo en francés, pero a la americana». Y es ahora cuando definitivamente quedamos descolocados algunos de León, que unos lo hacemos en bable, otros en sayagués, pero todos a la remanguillé. Ya empezamos por el palabro: yacer, follar,cumplir con el débito, y eso sin acudir a la farragosa fabla de los sabios populares, para los que la ‘furfuga’ es un asunto rayano en lo espiritual, o con el exquisito y umbralesco (del algo leonés Francisco Umbral) fornifollar.

Más no queda aquí la cosa. Resulta que la cantante tal también se manifiesta respecto a lo ‘cool’ afirmando que «en Nueva York es muy cool ser francés». Nos ha jodido mayo (vuelvo a repetir) y me pregunto ¿Y dónde no es ‘cool’ ser francés. Y me repondo: Pues mismamente en León. Porque en León los franceses son gabachos y todavía no les hemos perdonado que arrasaran San Isidoro y convirtieran los sepulcros reales en pesebres. Item más: desde el marqués de la Ensenada (el del catastro) es aceptado el dicho: Con todos guerra y paz con Inglaterra. Es decir, con Francia, a pelear. Ello no obsta para que nuestra fascinación por todo lo francés permanezca anclada en nuestro subconsciente socarrón, aunque muy limitado en el tiempo, como Juan Pedro Aparicio en ‘El año del francés’.

En León, lo más ‘cool’, al menos en mi tiempo, era fornicar con las francesas que se dejaran, y lo más inteligente, se apellidaran o no Villepin, era hacerlo con condón. Pero, las tetas, dentro del sujetador. Que lo verdaderamente sexi es el talento, cuando no se ve.
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