Talavera 2 - 0 Ponferradina: 'La Deportiva continúa hundiéndose'

Los bercianos encajaron su segunda derrota consecutiva ante un Talavera que aún no había ganado / Un penalti de Álvaro Moreno, que fue expulsado, desequilibró el choque

Alejandro Cardenal
08/10/2017
 Actualizado a 09/09/2019
Imagen del partido entre Talavera y Ponferradina. | TRIBUNA DE TALAVERA
Imagen del partido entre Talavera y Ponferradina. | TRIBUNA DE TALAVERA
La Deportiva no levanta cabeza. El conjunto berciano cayó en su visita al Talavera (2-0) y ya sin la Copa del Rey como ‘excusa’, confirma que las alarmas que se habían encendido tras empatar ante el colista y perder frente al líder fueron algo más que un aviso.

El Talavera, que no conocía la victoria en lo que iba de temporada, dejó patente una vez más la inoperancia a todos los niveles de un equipo que se está desmoronando como un castillo de naipes. Si bien mostró entereza en el primer acto e incluso tuvo ocasiones para haber dejado el choque prácticamente sentenciado, en la segunda mitad mostró la peor de sus caras y vio como los manchegos, que habían marcado dos goles en sus siete primeros partidos, eran capaces de hacer los mismos en apenas veinte minutos para dejar al filo del abismo a un Carlos Terrazas que tras la segunda derrota consecutiva, la tercera en cuatro partidos, y haber conseguido solo un triunfo en las primeras ocho jornadas, queda muy tocado.

Cambio de sistema


¿Debe el sistema adaptarse los jugadores o son los futbolistas los que tienen que ajustarse al esquema? Ante el eterno debate, Terrazas apostó por lo primero. El técnico, a la vista de la involución del conjunto blanquiazul en las últimas jornadas, optó por renunciar a su 3-3-3-1 para regresar a una defensa de cuatro, un dibujo más ‘natural’ para tratar de recuperar a un equipo a la baja tras sumar un punto en los dos últimos partidos en El Toralín.

Los grandes perjudicados fueron los delanteros. Con la entrada de Fernando Román, que acompañaba a Jon García en el eje de la zaga y mandaba a Álvaro Moreno y Yac a los laterales, Terrazas optó por una especie de falso nueve con Néstor Salinas como referencia, dejando tanto a Yuri como a Pallarés en el banquillo.

De inicio, la revolución fue un soplo de aire fresco para los bercianos. Sin grandes alardes, el equipo olvidó la anarquía que por momentos se vivió ante el Fabril y empezó el choque dominando a un Talavera que sobrevivió el envite inicial gracias a la falta de puntería de Cidoncha.

En un once sin delanteros, la Deportiva lo fió todo –o casi todo– a la llegada de la segunda línea y Cidoncha, sin la exigencia defensiva que supone para la medular jugar con tres centrales, se soltó la melena dejándose ver con asiduidad por el área rival.

Suyas fueron las mejores ocasiones, pero el gol volvió a darle la espalda a la Ponferradina. La primera la tuvo cuando se llegaba al ecuador de la primera mitad. Tras una buena combinación con Salinas, el ex de Albacete y Zaragoza se plantaba solo delante de Machuca, pero cruzaba demasiado su disparo.

Pasada la media hora, el centrocampista volvía a tener la oportunidad de abrir la lata, pero volvía a mandar al limbo otro mano a mano tras un forcejeo que pudo ser penalti.

A la superioridad territorial de los bercianos, el Talavera respondió refugiándose en su propio campo y buscando un zarpazo al contragolpe. Jorge Fernández demostró por qué los manchegos eran el segundo peor equipo de toda la Segunda B de cara a portería. Poco antes del descanso, el interior zurdo se colaba en el área buscando un buen centro del ex de la Deportiva Cristián Fernández y su remate, con todo a favor, se iba muy desviado.


Desplome en la segunda parte


Con el tiroteo con armas de fogueo se llegaba al final de una primera parte con doble lectura; la Deportiva se había mostrado mucho más sólida, pero seguía siendo inofensiva, incapaz de hincarle el diente a un rival que por momentos parecía izar la bandera blanca.

La segunda parte empezó con rebelión local y terminó en tragedia. Conscientes de que solo la falta de pólvora de la Deportiva le permitía seguir vivo en el partido, el Talavera salió mucho más ambicioso y aprovechó la caraja habitual de los bercianos, que tras el paso por vestuarios, dilapidaron las buenas sensaciones que habían dejado en algunas fases del primer acto.

Terrazas buscó espabilar a los suyos con el cambio de Isi por un Caiado demasiado intermitente, pero el equipo siguió grogui. Poco después de que el larguero salvase a la Deportiva, Álvaro Moreno se pasó de frenada y cometió un penalti que permitió al Talavera poner fin a su sequía. El central murciano, que estaba amonestado, vio la segunda amarilla y Espinar, que no fallaba desde los once metros, obligaba a los de Carlos Terrazas a poco menos que un milagro para no estrellarse en El Prado.

No solo no lo hubo, sino que otra vez un ex puso la puntilla. Si Mateo yAlberto Domínguez la liaron en O Vao, Cristian Fernández a cinco del final, sentenció un partido que deja a la Ponferradina más cerca del colista que del ‘playoff’.
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