Susana Valdés: "En el retrato un milímetro te modifica mucho la cara"

La artista leonesa Susana Valdés está encantada de poder exponer en un enclave tan especial como la casona que alberga la sede de la Fundación Vela Zanetti. «Pasa como con la Fundación Carriegos, que son casas muy particulares que aportan un ambiente más recogido y más íntimo que a mí personalmente me gusta para exponer», señala Valdés, que este miércoles a las 20:00 horas inaugura la muestra ‘Tú, desde mis ojos. Mirada de una retratista’, donde por primera vez expone públicamente alrededor de 25 retratos realizados por encargo en su tienda-estudio en los últimos 10 años. «Hasta ahora nunca había expuesto retratos porque es un tema un tanto delicado y muy personal, y hasta ahora no me había sentido cómoda a la hora de mostrarlo públicamente. Pero la sede de la Fundación Vela Zanetti me pareció un sitio idóneo para que quedara reflejada esa personalización que en el caso del retrato tienes con el cliente», destaca la artista, que quiere dejar constancia de que las obras expuestas forman parte de colecciones de particulares que gentilmente han sido cedidas para esta exposición. «Es un orgullo que confíen en mí para poder exponer algo tan íntimo de la persona como es su retrato», asegura Valdés, que reconoce que por cuestiones de tiempo es muy complicado afrontar este tipo de trabajo con el modelo en el estudio, por lo que suele recurrir a la fotografía para llevarlo a cabo. «No lo hago a partir de una sola fotografía sino de cuatro o cinco que me ayudan no solo a configurar mejor los rasgos físicos de esa persona sino a captar su psicología, que siempre es lo más difícil del retrato», reconoce la artista.

Cada obra puede suponer para Susana Valdés tres o cuatro horas de intenso trabajo, «aunque puede llegar el caso en que visualmente te saturas y necesitas volver a revisarlo al día siguiente para corregir pequeños defectos y es que en el retrato un milímetro te modifica mucho la cara», asegura.

Las técnicas habituales son el pastel y el óleo, necesitando algo más de tiempo en el caso de este último «porque el óleo te fuerza a tener que dejar secar la capa, el procedimiento de la técnica te fuerza a ir más lento, al contrario que el pastel que es más rápido porque a la vez que pintas dibujas», sostiene esta pintora autodidacta, que tiene claro que llegar a captar la psicología de la persona y que «tenga alma» ese cuadro es lo más complicado para los que practican este arte.

Susana Valdés reconoce que tiene facilidad a la hora de retratar niños, si bien asegura que son bastante más difíciles que los adultos. «A las personas mayores sacándoles el parecido y metiéndoles alguna arruga de gesto, de expresión, lo resuelves medianamente, aunque no significa que sea fácil.Sin embargo, con los niños, al no tener las arrugas de expresión, son un poquito más complicados de sacar. Como te decía, adentrarte en la psicología y en la manera de ser de la persona te lleva mucho más tiempo que en el caso de un paisaje», sostiene Valdés.

Al año Susana Valdés puede llegar a pintar en su estudio de la Avda San Mamés alrededor de sesenta o setenta obras, de las que casi la mitad son retratos. «Por 100 euros pueden tener un retrato al pastel, un precio relativamente económico, y suelo tener muchos encargos para regalos, etc.», reconoce la artista y docente, que con la tienda, las clases y los encargos tiene todo el tiempo ocupado y no contempla a corto plazo nuevas exposiciones, sacando tiempo, eso sí, para colaborar con su amiga la poeta y escritora Nuria Antón, a la que iluminó el pasado año el poemario ‘Contra todos los vientos’. «Con Nuria siempre me muevo en un ambiente creativo. Te está contando poemas constantemente y ello te incita a que te generen ideas que luego tratas de plasmarlas en el libro. Con Nuria siempre andamos jugando creativamente, es lo bueno que tiene», concluye Valdés.