Secundino Llorente

¡Suerte, opositores!

07/07/2018
 Actualizado a 07/09/2019
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Estamos en plenas oposiciones de profesores de Educación Secundaria en nuestra Comunidad y en toda España. Este año la oferta de empleo público ha sido muy importante en la función docente.

Más de mil doscientas plazas sólo en Castilla y León. Aunque esta convocatoria se ha realizado en todas las autonomías, el número de opositores ha sobrepasado todas las previsiones: más de 250.000 opositores en España, 13.500 sólo en nuestra Comunidad. A León vinieron 2.500 aspirantes que llenaron la ciudad, la mayoría de Geografía e Historia a la que se presentaron 1.468, repartidos en catorce tribunales. Todos se presentan con el sueño de obtener el ansiado puesto de profesor funcionario.

En los comienzos de mi experiencia docente, en el año 1977, los profesores no numerarios de instituto de las cuarenta y nueve provincias convocan una huelga indefinida hasta que el Gobierno acepte unas oposiciones restringidas para estos PNN.

La protesta se alargó durante todo el segundo trimestre. Fue muy duro para aquellos profesores soportar la oposición de toda la sociedad, especialmente las asociaciones de padres, pero finalmente hubo un acuerdo por el que se colaron en la función pública, en dos años, más de doce mil profesores, en su mayoría jóvenes de menos de treinta años que se jubilarían a partir del 2010. Así se entiende la masiva jubilación de profesores de secundaria en los últimos años.

Estas plazas no se han cubierto y se ha elevado el número de interinos de tal manera que en muchos centros superan en el cupo de profesores a los funcionarios de plantilla.Se imponía una convocatoria masiva y este año ha llegado. A partir del día de san Juan los institutos se han colapsado. Se han ido los profesores no numerarios para presentarse a las oposiciones y también ha tenido que abandonar los centros una gran parte del profesorado de plantilla para formar parte de los tribunales.

Esta oposición consiste en la realización de unas pruebas, publicadas en el boletín oficial, para determinar la capacidad y aptitud de los aspirantes por orden de prelación. Al ser un concurso-oposición, a la prueba anterior, tenemos que unir los méritos aportados. Lo ideal para la Administración sería elegir a los profesores de acuerdo con los principios de igualdad, méritos y capacidad. ¡Ojalá así sea!

Los opositores lo pasan muy mal. Desde mi punto de vista no hay peor trabajo que el de opositor. Es muy difícil dominar los nervios porque se están jugando un puesto de trabajo seguro para toda la vida. ¡Pobres opositores! Ayer han conocido los resultados de la primera prueba. Más de la mitad ya se ha ido para casa. El resto sigue luchando con las programaciones, los nervios y los calores del verano. ¡Qué ganas de que pase este mes de julio!

También siento lástima por los profesores a los que nunca les toca la lotería, pero sí les tocó formar parte de los tribunales. Malditosorteo.No sólo han perdido el mes de julio de sus vacaciones escuchando con atención un peñazo tras otro, sino que, además, al final tienen que impartir justicia y no siempre bien aceptada.

Posiblemente este formato de oposición tiene los días contados porque el anterior Gobierno quería un nuevo modelo de acceso a la docencia que incorporase una especie de fase de formación profesional similar a la de los residentes de Medicina, de dos años de duración y que podría realizarse después del título del Grado y del Máster para el profesorado. Al finalizar esta formación, habría «una segunda prueba práctica» que evaluaría la aptitud pedagógica del docente y sería la ‘nueva oposición’. Veremos lo que se le ocurre al nuevo Gobierno socialista.

¡Suerte, queridos compañeros opositores! Por si hubiera cambios significativos en futuras oposiciones, aprovechad la oportunidad este año por el modelo antiguo. Lo dice el refrán: «Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer».
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