Sueñan las pulgas con un perro

24/02/2016
 Actualizado a 12/09/2019
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Todos los reclamos, todos los anuncios, todas las luces, todos los maniquíes, caben en el pensamiento corto del hombre de las ideas largas, Galeano: «Sueñan las pulgas con comprarse un perro».

Sueñan las miradas con que esos vestidos rojos también eleven sus cuerpos, como en la imagen, vuelen sobre las miserias que todos pisamos cada día en las calles, sobrevuelen los contratiempos que te deja cada mañana el cartero en tu buzón, con remite de Hacienda, tu banco, el Servicio de Recaudación, Tráfico... que casi nadie más te escribe una carta, ya no hay cuidados remites escritos con tinta y pluma que te traen noticias de parientes, amigos, amistades, amores, recuerdos, hazañas...

Todas las pulgas saben cuál es su perro. Sánchez el Gobierno, Mariano que no haya Gobierno, Iglesias la tele, Rivera el centro de la imagen, Gamoneda la paz del olvido de los ordenadores de Montoro, Montoro que no haya paz para quienes están en sus ordenadores, Rita la invisibilidad, Iñaki el trágame tierra, don Felipe el trágalo tierra, el otro Felipe otras cuatro páginas en El País, Aguirre la esperanza, Fermín más juicio, Raquel menos pena, Gavilanes otro beso mensual de la gloria y la gastronomía, Triana que se hunda el puente de la memoria, Montserrat ni se sabe ni se sabrá, Llamas ver morir a los pollos, Torres el Grial...

Sueñan... pero los nadies cuestan menos que la bala que los mata.
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