Suárez-Quiñones explicó que estos fondos están aún concretándose en las instituciones europeas, pero que van a suponer una oportunidad para «sectores muy tocados por la pandemia». «Se van a poner muchos recursos en el mercado y al final, la gran mayoría de los proyectos que se financien los van a ejecutar las empresas y van a conseguir creación de actividad económica y de empleo. Bien porque sean licitaciones de obra pública de las administraciones o bien porque sean subvenciones a particulares que generan obras en él ámbito privado que también van a recoger las empresas. Por lo tanto, quiero transmitir a la empresa un mensaje de ilusión y optimismo, pero tenemos que estar preparados, debemos tener masa crítica empresarial para ejecutar los proyectos. Y eso no se hace de un día para otro, porque primero la crisis del ladrillo y luego la del coronavirus han diezmado el empresariado y no es fácil tener trabajadores formados para nuevas actividades. Hay que ir preparándose, no vaya a ser que vengan fondos europeos y luego tengamos problemas para ejecutarlos», argumentó el consejero de Fomento y Medio Ambiente antes de fijar un plazo de un mes para conocer con detalle cómo se van a repartir unos fondos «pretenden recuperar la economía europea y transformar nuestros sistemas y estructuras para ser más resistentes ante crisis como la que estamos pasando con el coronavirus».
Y uno de los proyectos que pueden beneficiarse de estos fondos europeos es el Corredor Atlántico, cuyo ramal noroeste tiene León como epicentro. En este sentido, el consejero de Fomento y Medio Ambiente recordó las exigencias al Gobierno de España y explicó que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana «tiene un presupuesto de 11.200 millones de fondos europeos y se va a quedar con 7.200. De ellos, hay 6.800 para infraestructuras ferroviarias. Y ahí es donde hemos pedido que esas inversiones tienen que asignarse con justicia y equidad entre el Corredor Mediterráneo y el Atlántico, más necesitado este último que el primero, que está más avanzado. Es una oportunidad. La reivindicación es la reforma de la línea ferroviaria León-Ponferrada, porque es clave de las oportunidades logísticas de la provincia, de Galicia y de Asturias, porque en definitiva es el paso fundamental del corredor ferroviario desde sus puertos hacia Europa. El Gobierno podría asumir la obra de forma programada con presupuestos ordinarios, pero es ahora el momento, porque que hay unos fondos dirigidos a la recuperación, a la modernización y a la cohesión territorial, a dar igualdad de oportunidades a todo el territorio y el noroeste merece especial atención», concluyó Suárez-Quiñones.