Su amigo y mentor

El 36 Festival Internacional de Órgano ‘Catedral de León’ regresa este jueves a la Seo con un concierto protagonizado por la joven intérprete australiana de origen coreano Sarah Kim, quien a partir de las 21:00 horas con entrada libre hasta completar el aforo interpretará un programa integrado por obras de Mozart, Liszt, Bach y Moussorgski, cuya transcripción para órgano ha sido realizada por el Maestro francés Jean Guillou, a quien se rinde homenaje en esta edición tras su fallecimiento el pasado mes de enero, y que también aporta una composición propia, ‘Säya’.

La propia intérprete explica en los comentarios al programa que éste está dedicado a Jean Guillou, a quien tuvo el privilegio de conocer y al que considera su mentor, que aún hoy sigue siendo una fuente de inspiración. «Cada una de las obras evocan recuerdos que todavía permanecen frescos en mi memoria», asegura Kim, que recuerda su interpretación del ‘Adagio y Fuga’ de Mozart en un concierto de homenaje al Maestro, en Viena y Vilasanta, junto con otros colegas cercanos. «Recuerdo conmovedoras interpretaciones de Liszt y Bach en St. Eustache y también su transcripción de ‘Cuadros de una exposición’ de Mussorgsky, tocada inmaculadamente de memoria en Italia. Sus numerosas transcripciones no son simplemente una copia de las versiones originales, sino que están cuidadosamente pensadas, incluso reescritas a veces para lograr el máximo efecto sobre el órgano», sostiene la intérprete australiana de origen coreano.

En opinión de Sarah Kim, «Jean Guillou tenía una curiosidad y una fascinación eternas por todas las formas del arte, así como por la historia y la vida en general. Era también un improvisador brillante y ‘Säya’ es el producto de una improvisación realizada durante un concierto en Seul, que luego reconstruyó», recuerda.

Sobre el órgano de la Catedral de León, sostiene que «es un ejemplo, muy especial, de los proyectos de construcción de órganos en los que participó en todo el mundo». Kim, que en la actualidad es organista en l’Oratoire du Louvre de París, está convencida de que «pocas personas intentarán a lo largo de su vida ni la mitad de lo que Jean Guillou logró. Ha dejado un vasto legado de obras y recuerdos al mundo del órgano que continuaremos disfrutando y reviviendo a través de momentos como este concierto de hoy en la Catedral de León», concluye.