¿Soy ya periodista?

La palabra periodismo viene definida en la RAE como «actividad profesional que consiste en la obtención, tratamiento, interpretación y difusión de informaciones a través de cualquier medio escrito, oral, visual o gráfico». Pese a que la definición parece estar bastante clara, tengo que decir que he pensado varias veces qué es el periodismo y a partir de qué punto una persona puede considerarse periodista.

Por lo general, como ocurre con la mayoría de profesiones, diríamos que una persona que tenga la carrera ya es periodista, pero creo que para «ser» hay que ejercer. Principalmente, hay dos motivos que me llevan a pensar esto: la enorme diferencia entre lo que se estudia y el trabajo real, y los odiosos brotes de ‘titulitis aguda’, ya que existen grandes profesionales de la información que jamás estudiaron la carrera.

Sin embargo, me cabrea que haya gente que piense que por escribir un texto ya es un reputado periodista. Esta es la razón por la que llevo toda la semana dándole vueltas al tema, ya que una conocida me dijo que «trabaja como periodista» y se consideraba como tal, aunque solo ha escrito (con numerosas faltas ortográficas, todo sea dicho) un artículo recomendando cuatro series que le gustaron.

Tras varios días pensando en ello, decidí comentárselo a diferentes personas y recibí todo tipo de respuestas, aunque la más llamativa fue un «no entiendo por qué te molesta eso». A este amigo le expliqué, un tanto alterada, que el periodismo es la profesión a la que anhelo dedicarme y en la que invierto, con todas las ganas del mundo, tiempo y esfuerzo para aprender de otros profesionales, como este verano en la redacción de León, y de mis aciertos y fallos.

A día de hoy, jamás afirmaría ser periodista, aunque solo sea por puro respeto a la profesión y a sus profesionales. Y es este respeto el que hace que me moleste que piensen que el periodismo son cuatro letras mal juntadas sobre la primera tontería que se te ha pasado por la cabeza y que me enerven, aún más si cabe, aquellos que hacen eso y tienen el valor, o la inconsciencia, de denominarse periodistas.