"Somos otra especie a proteger en el Parque"

El montañero Isidoro Rodríguez Cubillas protagonizó la última de las conferencias del ciclo ‘Los martes del Parque Nacional’ para celebrar los 100 años de su declaración como tal

Fulgencio Fernández
26/06/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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A veces me veo como una especie protegida, o a proteger, más de este Parque Nacional en el que vivo». Son palabras del conocido montañero leonés Isidoro Rodríguez Cubillas, profesor durante muchos años, histórico de la montaña, autor de numerosos libros del género... y vecino del valle de Valdeón, que conoce a fondo. Y dado que uno de los ‘problemas’ –o peculiaridades– de este Parque Nacionalque ahora se llama Picos de Europa es que «es el único de España que tiene pueblos en su interior, entre ellos todos los de Sajambre y Valdeón», por eso la sensación de ser «una especie más».

Pidal aprovechó su condición de diputado y su amistad con Alfonso XIII para crear los parques nacionalesDe eso, y mil cosas más, hablará esta tarde en los Maristas (con aparcamiento en el patio) Isidoro Rodríguez Cubillas en la conferencia que cierra el ciclo de conferencias ‘Los martes del Parque Nacional’, para conmemorar los 100 años de su declaración. El título de la charla es ‘Cien años de Historia del Parque Nacional de Picos de Europa’ y en ella, explica el ponente, «haré un repaso de este siglo de vida que iniciaré con algunas imágenes de los primeros parques nacionales del mundo, desde el de Yelowstone, que tanto tuvo que ver con la creación del de Picos, hasta otros de Alaska, América del Sur, África, Asia, Oceanía... para llegar a los quince que en la actualidad hay en España y que el primero de ellos fue el que entonces se llamaba Montaña de Covadonga y hoy es el de Picos de Europa».

Y después de esta corta introducción Isidoro Rodríguez Cubillas ya se centrará en el Parque Nacional de Picos de Europa, abordando tres aspectos diferentes del mismo, la flora, la fauna y, sobre todo, el que más conoce y domina, la montaña.

En los orígenes del Parque, entonces de la Montaña de Covadonga, hay un nombre fundamental —Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós— su creador; y otro parque mundialmenteconocido, el de Yelowstone, que fue ‘el modelo’ que el citado Pidal, Marqués de Villaviciosa, utilizó como modelo para la creación de los españoles. «Pocos meses después de crear el de Picos se inauguró otro, el de Ordesa y Monte Perdido, el 16 de agosto de 1918. En su historia se destaca quela labor divulgadora y conservacionista de Lucien Briet y Pedro Pidal, propiciaron el nacimiento del segundo parque nacional del país».

Destaca Cubillas el «espíritu moderno de Pidal y también su sentido patriótico pues, como veía que eran alpinistas franceses los que alcanzaban la cima de muchos picos del macizo, se revolvió y se preguntó aquello de si sería soportable llegar a la cima del Urrielloy encontrar una bandera que no fuera la española». Y lo evitó siendo él y su acompañante El Cainejo los primeros en llegar a la cima, el 5 de agosto de 1904.

La masificación se ha convertido en un problema en lugares como Lagos, Fuente Dé o la Ruta del Cares La implicación de Pidal con el Parque recién creado fue tal que «llegó a pagar los sueldos de los primeros guardas de su propio bolsillo para que aquello pudiera seguir adelante, que tuvo etapas muy difíciles en su camino de Parque Nacional de los Montes de Covadonga al actual de Picos de Europa, con la ampliación a las tres provincias —Cantabria, Asturias y León— y la problemática que todo ello acarreaba».

Para Isidoro Rodríguez Cubillas esta ‘triple nacionalidad’ sigue siendo uno de los problemas a resolver para la mejor gestión de este Parque Nacional. «Es como un contrasentido en su propia definición, se llama Nacional pero pertenece en la actualidad a tres comunidades y además tienen transferidas las competencias en materia de Medio Ambiente. Es cierto que se ha creado la figura de un co-director de cada una de estas tres comunidades, que se van rotando en la dirección, pero es ciertamente complicado pues cuando se propone una medida concreta debe ser aprobada por cada uno de los parlamentos regionales».

Otro de los problemas —que podría ser asimismo un beneficio— es la masificación que se vive en alguno de los puntos más concurridos del Parque Nacional, «como ocurre por ejemplo en los Lagos de Covadonga, en Fuente Dé o en la Ruta del Cares, por citar algunos», enumera Cubillas.

Se ha hablado también de soluciones para los tendidos eléctricos o, muy de actualidad, el famoso problema del lobo. «No es ningún misterio, es un conflicto de intereses. A los ganaderos no les hace ninguna gracia, como es lógico, que les maten el ganado. Antes había batidas, ya no las hay, y se producen los desencuentros»que tienen mucho que ver con lo que se apuntaba al principio, que es un Parque Nacional con pueblos en su interior.
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