"Somos leonesistas de gestión, pero no oportunistas que se suben a otro carro"

Entrevista a Margarita Torres, candidata del PP a la Alcaldía de León

Alfonso Martínez
22/01/2023
 Actualizado a 22/01/2023
Margarita Torres, candidata del PP a la Alcaldía de León, durante la entrevista, | SAÚL ARÉN
Margarita Torres, candidata del PP a la Alcaldía de León, durante la entrevista, | SAÚL ARÉN
Hasta hace medio año nadie habría apostado por ella en las habituales quinielas cuando se acercan unas elecciones y hay que buscar candidatos. Pero el pasado mes de agosto comenzó a sonar su nombre y hace apenas diez días se confirmó. La historiadora Margarita Torres encabezará la lista del PP en el Ayuntamiento de León y repasa en esta entrevista sus principales propuestas.

– ¿Qué le lleva a aceptar este reto?
– Mi motivación principal viene de mi condición de leonesa, madre y profesora. Como leonesa, porque estaba viendo que mi ciudad no está tirando y se está muriendo en un momento clave. Hay que aportar soluciones y no se pueden demorar cuatro o cinco años, sino que tiene que ser ahora. Como madre, tengo un hijo adolescente que dentro de poco va a estudiar carrera y tendrá que ver sus posibilidades de futuro. Soy hija de leoneses que, al no tener empleo aquí, tuvieron que irse y luego han vuelto. Y yo no quiero eso para mi hijo. Mi deseo es que estudie lo que quiera, como quiera y donde quiera, pero que después tenga la posibilidad de quedarse a trabajar en León. Ese futuro que quiero para mi hijo creo que debería de ser el de todos los jóvenes de nuestra ciudad. Como profesora, hay una cosa que me duele mucho. Por mis manos pasan cada año cientos de alumnos. Ahora están Sara y Pablo, que merecen toda nuestra admiración como astronautas, pero hay muchas Saras y muchos Pablos que han pasado por las aulas, que son gente magnífica y que se acaban yendo. Y los pocos que se quedan no tienen un empleo acorde a su formación. Eso es algo que me duele, porque quiere decir que el entorno de mi Universidad, que es extraordinaria y forma a gente puntera, no es capaz de generar expectativas de empleo para nuestros jóvenes.

– ¿Y cuáles son los ejes de su propuesta a la hora de revertir esa situación?
– En nuestra etapa de gobierno, vi una ciudad con muchas ganas y muchas expectativas. Una de las primeras necesidades que tiene un gobernante es la de saber si la ciudad quiere tirar del carro. Y la gente quiere. Tenemos una posición geográfica extraordinaria y eso no nos lo quita nadie. Tenemos un potencial importantísimo en materia turística, pero si tú no sales a vender tu ciudad… Y para eso es imprescindible, aun sabiendo los problemas que tenemos, que cuando cruzas el umbral y te subes a un tren, mi ciudad es la mejor del mundo, donde mejor se vive y donde hay más posibilidades o donde está la mejor educación. Lo primero es vender el orgullo que sentimos por León. Y también hay que sentarse en muchas mesas. Nadie ha dicho que sea fácil y hemos ido perdiendo muchos trenes estos tres años y medio. Es difícil recuperarlos, pero no imposible. Me gustan los retos, pero lo primero es sentarse y hablar. ¿Quién tiene el dinero? La Junta de Castilla y León y el Gobierno. Y no hablamos de amigos o compañeros de partido, sino de gente que tiene unos recursos que yo quiero. Y hay que sentarse con ellos y decirles lo que necesitamos y negociar, no levantarme de repente porque me dé un calentón. Y si pides cien cosas, solo por decantación vas a conseguir al menos diez. Si lo que haces es un enfrentamiento con los tuyos y con los de enfrente, si lo que haces es no sentirte orgulloso de tu ciudad y solo lamentarte de los problemas… Ya los conocemos todos y son una realidad, pero hay que empezar a pensar en construir. Un ejemplo: para beneficiarnos de la Obligación de Servicio Público de la línea ferroviaria, tenemos que sacar un billete hasta Valladolid y luego otro a Madrid. Y esto no pasa en Burgos Palencia o Zamora. El alcalde debería haber ido a Madrid y exigir para León el mismo trato, pero no lo ha hecho. León tiene posibilidades por sus comunicaciones y puede crear empleo y atraer empresas de la mano del Incibe o el polo biofarmacéutico… Hay campo para trabajar. En materia turística, hay que recuperar las sinergias con Diputación. León es algo más que una capital, es el gran centro receptor de todos los que vienen a la provincia. Si tú coordinas el trabajo con la Diputación, creas un tándem que no te beneficia a ti, sino que beneficia a tu ciudad. Pero nos estamos acostumbrando a hacer la política que la gente no quiere. Los políticos hemos perdido el norte completamente. Y es algo que me molesta. La gente con la que me encuentro por la calle tiene otras prioridades. Una señora mayor me decía el otro día que está pensando en vender el piso porque no puede hacer frente a los gastos de la comunidad. ¿Qué puñetas le importará a esta señora el ‘y tú más’? Luego hablas con un comerciante y te dice que no sabe qué hacer con las subidas ni cómo poner los precios. ¿Qué le importan a este comerciante estos rifirrafes tontos de patio de colegio que tenemos los políticos? Creo que hemos perdido el norte y en esta etapa yo quiero que hay que tratar al ciudadano con un respeto que no le hemos tenido. Hay que hablar con los ciudadanos y hacer la política que necesitan, no la de nuestro lucimiento, que debe ser irrelevante.

– ¿Va a acometer rebajas fiscales para esas personas y negocios que lo están pasando mal con la crisis inflacionista?
– Hay una cosa que me ha molestado mucho. ¿Qué es eso de que haya un dinero de remanente? El dinero sobrante de los impuestos, que a cada ciudadano le cuesta ganar y le cuesta pagar y que a mucha gente le lleva a no poder cenar, porque esa es la realidad nos guste o no nos guste, puede revertir en esas rebajas fiscales o en ayudas directas al comercio o en tres sectores que me preocupan mucho. Está la juventud, porque me duele ver que chavales extraordinarios no pueden quedarse y son el reflejo de nuestro fracaso. Puedes incentivar el empleo joven, modelos de alquiler de cohousing… A los mayores les faltan muchas cosas. Hay políticas que se tienen que dedicar a ellos. León tiene una población cada vez más envejecida. Hay dos ancianos por cada niño. Hay que fomentar que las familias jóvenes no se vayan o vuelvan, pero al mismo tiempo hay que dar servicios a una población mayor que tiene muchas necesidades. Si soy alcaldesa, valoraré las políticas del PSOE que funcionan para mantenerlas y ampliarlas con otras. Lo que no voy a hacer es tabla rasa. No voy a hacer como se hizo conmigo en cultura.

– ¿Qué puntuación le da a la gestión del equipo de gobierno?
– Muy baja. Los datos nos muestran la realidad. La peatonalización de Ordoño era factible, pero no se hizo de una forma adecuada. ¿Por qué se hizo con los colores estos tan bonitos que tenemos? Porque en Valladolid hay una exactamente igual que se inauguró un poquito antes. Y a mayores, se ha dedicado a inaugurar los proyectos de la Edusi que el PP dejó lanzados. Está bien, pero si quitas una cosa y otra, dígame qué ha hecho usted o qué novedades ha supuesto su gestión. En turismo somos una joya sin explotar por todos, no solo ahora. No podemos pensar que nuestra ciudad es conocida en todo el universo. Tenemos que venderla mucho más y apostar por hitos que supongan atractivos para mejorar las cifras de viajeros y pernoctaciones, pero manteniendo lo que ya se hace bien, no como ha ocurrido con el Natalicio del Águila, que en este mandato se ha quedado en un acontecimiento menor en beneficio de Lugo y pese a que antes era epicentro nacional de los recreacionistas.

– Es verdad que muchos de los proyectos incluidos en la Edusi se plantearon en el anterior mandato, pero también lo es que no hubo capacidad para ejecutarlos y que por ello muchas veces el dinero de las inversiones se iba finalmente a pagar deuda…
– Correcto. Los políticos tenemos que empezar a practicar la humildad, porque también hemos perdido ese norte. Si tú has hecho algo bien, puedes sacar un poco de pecho, porque es humano. Y si algo se ha hecho mal o no se ha podido hacer, hay que reconocerlo. Nosotros debimos acelerar la ejecución de esos proyectos. Pero hay que tener en cuenta que todo es más fácil cuando vas por un camino desbrozado que cuando te enfrentas a una selva y tienes que ir abriéndote paso con un machete. Y eso fue lo que hizo el PP. ¿Qué deberíamos haberlo rematado? Sí, no lo niego. Nosotros sabemos gestionar bien, pero a veces lo que nos puede es la prudencia y eso hace que luego vengan otros y se pongan una medalla que en un 80% es tuya por haber desbrozado ese camino, que al final es lo más complicado.

– Y no ha mencionado los proyectos de los fondos europeos, que surgieron tras la pandemia y que se han elaborado y licitado en tiempo récord. En este caso, el desbroce ha sido más sencillo…
– Deberíamos haber agilizado la ejecución de los proyectos en nuestra etapa de gobierno, pero ahora hay muchos fondos europeos que tienen una fecha tope. Estar en Europa nos exige otro ritmo y tenemos que adecuarnos. La forma de gestionar que yo pretendo pasa por aprender a corregir los errores, que es la tercera pata de lo que debe ser la política. La primera es escuchar al ciudadano y la segunda es tener más humildad y ver los problemas reales y no los que nosotros tenemos en nuestra torre de cristal con el ‘y tú más’. Pero volviendo a la pregunta, no podemos tener una administración que es una especie de gigante lento y hay que ayudar a la gente que aún no puede hacer los trámites por internet. Y esa va a ser una de las grandes líneas, acercar la administración al ciudadano.

Los políticos hemos perdido el norte y por eso debemos practicar la humildad– ¿Y qué puntuación le da a la oposición que han hecho ustedes?
– La verdad es que hay veces que nos pierden las formas en el buen sentido. Tuvimos dos años de pandemia, que por supuesto no fue culpa del PSOE, sino que fue una crisis mundial en la que muchos hemos perdido seres queridos, por lo que no se puede hacer ni demagogia ni política barata. Fue durísimo y había que tener respeto. Era lógico dar cierta cancha en la gestión y ser elegantes. Esos dos primeros años entendimos que no podíamos estar encima del PSOE. Se podía haber sacado mucho rédito político, pero pensamos sobre todo en el ciudadano y no habría sido ni prudente ni elegante. Y la situación actual me asusta mucho porque me quiero jubilar aquí, porque tengo un hijo, porque doy clase a nuestros jóvenes y porque tengo personas mayores a mi cargo. Estamos en una ciudad que está a la cola y ha perdido la iniciativa. Ya no tiene nada que ver la pandemia, porque ha habido otras ciudades que la han sabido aprovecharla para revitalizarse y promocionarse aún más en lugares como Fitur. Pero habría sido de canallas utilizar una situación en la que la sanidad era lo primero para la ciudadanía. Mi forma de entender la política está basada en la gestión pegada al ciudadano. Quien va a hacer el programa electoral va a ser el ciudadano. No voy a prometer esto o aquello porque a mí me apetezca, porque muchas veces son cosas que están en nuestra burbuja. Y el político debe hacer un ejercicio de reflexión profunda y pensar que el ciudadano de a pie no quiere demagogia, sino resultados, porque no llega a fin de mes.

– La encuesta que estamos publicando estos días refleja que solo un tercio de los leoneses aprueba su trabajo en el Ayuntamiento. ¿En qué línea va a trabajar para mejorar esa percepción después de que el alcalde le haya acusado de estar desaparecida?
– Escuchando y convirtiendo al ciudadano en el protagonista, porque es la parte que hemos perdido. Esa es la forma que yo entiendo de hacer política. ¿Qué me aprueba un 33%? No me preocupa, ya me aprobarán muchos más, porque la encuesta real se hace el día de meter la papeleta. Queda mucho juego. Y en cuanto a las críticas del alcalde, sabe que ha habido dos años de pandemia, que estaba la opción telemática y que yo, a diferencia de él, tengo mi puesto de trabajo fuera. El alcalde tiene dedicación exclusiva en el Ayuntamiento, que no lo critico, por supuesto, pero la mía ha estado siempre en la Universidad de León. Tengo que dar clases y por eso me conecto telemáticamente entre unas y otras a las reuniones. Creo que tiene un concepto un poco troglodita de cómo son los medios telemáticos. Parece que para estar presente tienes que estar mirándole a él a la cara, pero ahí entran otros conceptos como el ego.

– ¿Qué valoración hace de los datos de intención de voto de la encuesta? Es verdad que el PP mantiene resultados, pero parece algo escaso si tenemos en cuenta que desaparece Ciudadanos…
– No soy una política al uso y hay otros que saben de esto más que yo, pero llegamos a este punto después de cuatro años de gobierno y de una oposición elegante durante la pandemia, aunque igual deberíamos haber metido el dedo en el ojo, porque a él le gusta más bajar al barro, pero somos más elegantes y no nos va a encontrar ahí. Si con todo esto, parte de un empate técnico con una ligera ventaja, yo me preocuparía si fuera el alcalde. ¿Cómo puedo partir de un empate técnico con el PP si llevo casi cuatro años gobernando?. Él debería sacar once y nosotros ocho, aspirando al menos a que el voto de Ciudadanos se dividiese. Ciudadanos puede sacar, tienen una portavoz que ha estado batiéndose el cobre. A veces somos un poco injustos, pero los votantes toman decisiones en los últimos momentos.

– Pero la pregunta era por qué el PP no capta votos de Ciudadanos…
– Quizá esta encuesta debería volver a hacerse dentro de uno o dos meses y que la gente vea el rodaje de unos y de otros, porque se va a ver que todos reivindicamos por León. En realidad, leonesistas somos todos. Y el que no lo es, en el fondo es porque no vive León. Nosotros somos leonesistas de gestión, no oportunistas, pero hay unas siglas que sí han seguido esta línea. Yo no voy a engañar, pero ha habido gente que se ha subido a un carro que dos años atrás no era suyo. ¡Qué cambio tan curioso! Entonces, ha habido gente que lo entendemos de otra manera y Ciudadanos está defendiendo una postura y lo está haciendo correctamente. Ciudadanos es un partido que siempre intenta ayudar y tener una posición muy dialogante y a mí me gusta eso. Se han batido el cobre y el voto de Ciudadanos igual al final igual se queda en Ciudadanos. Quizá pierda algo, pero darles por desaparecidos me daría pena.

– ¿Pactaría usted con Vox? ¿Cómo ve toda está polémica que ha surgido en la Junta con las medidas antiabortistas?
– Yo soy mujer, madre y trabajadora. Sé lo que nos ha costado a las mujeres llegar hasta aquí. Siempre les digo a mis alumnos que hace 120 años ni yo estaría dándoles clases ni las que son chicas estarían sentadas en el aula. No es tan lejano, pero yo creo que están tan consolidados los derechos de la mujer que me parece una polémica vana y una cortina de humo. Hablar de estas cuestiones en 2023 está fuera de lugar. Pero el mecanismo está inventado desde los años 30 con Beria y Stalin o con Goebbels y Hitler. Hay un manual de cómo crear problemas para desviar la atención de los anteriores. Está muy estudiado y es un juego muy marrullero, la política fea que no interesa al ciudadano, la de crear problemas mientras la gente no puede pagar la luz o nuestros hijos se van fuera. Y luego vemos la polémica ley del ‘solo sí es sí’, que está mal hecha. Y lo han dicho referentes del mundo del derecho y del feminismo que son del PSOE. Se había advertido de que tenía errores y ahí es donde falla la política actual. Un político tiene que ser humilde y reconocer lo que está mal. En todo caso, aunque carguemos contra una ministra, no podemos olvidar que forma parte de un Gobierno liderado por el PSOE, que permitió que se aprobase la ley. Ya hay varios violadores que han salido de la prisión de Mansilla. Soy mujer, vivo en León y eso me da miedo. Esto sí es una polémica real, pero no hacer la política de los años 30, porque eso es no vivir en el siglo XXI, eso es solo hacerle el juego al PSOE y esa es la política que yo no quiero hacer. Yo quiero la del ciudadano, la del problema real.

– Da la sensación de que le costaría pactar con Vox si le hiciese falta…
– Las urnas reflejan la voluntad de los ciudadanos. Y si esa voluntad es que yo sea alcaldesa, la primera persona con la que me voy a sentar a hablar es José Antonio Diez y le preguntaré qué cosas podemos hacer por León. Aquí no hay siglas, hay personas, hay gestión, ha más de 120.000 personas que están pendientes de nosotros. Creo mucho en la negociación. Y luego nos sentaremos con los concejales de UPL, con los que tenemos muchos puntos de encuentro, porque lo primero es León, el empleo, los jóvenes, los mayores… Y después me sentaré con Vox, con Ciudadanos, con Podemos o con quien esté. Los ciudadanos quieren que dialoguemos y yo en mi etapa de gobierno me sentaba con gente de Podemos y compartíamos ideas pese a estar en las antípodas. ¿Por qué yo sea del PP no voy a hablar con José Antonio Diez porque sea del PSOE? No. Si dice cosas coherentes, las escucharé y las llevaré a cabo, porque mi objetivo es el bien del ciudadano.

Le di un voto de confianza a Zapatero. Era lo normal cuando piensas en León– ¿Qué tiene que decirle a la gente que piensa que es usted socialista, leonesista y actualmente una candidata del PP impuesta por Valladolid?
– ¿Y no he matado a Manolete? Menos mal que no estaba viva (ríe). Primero, yo me eduqué fuera de León hasta los 14 años, cuando fui al instituto a La Bañeza. Había estado en Sevilla y entonces estaba Felipe González, que cuando llegó a ser presidente del Gobierno le dio la vuelta a la ciudad como a un calcetín. Y cuando ya era mayor de edad y estaba en León, tenía un compañero en la Universidad que además era mi vecino y con el que hablaba. Tenía una idea, ser presidente del Gobierno. Mi referente era Felipe González y todo lo que hizo por Sevilla y por eso vi la importancia de que un leonés llegara a La Moncloa. Por eso le di u n voto de confianza a José Luis Rodríguez Zapatero. Es lo normal cuando lo primero en lo que piensas es en León. Sin embargo, en el momento en el que me defrauda, como hizo con miles de leoneses… No tuvo la talla de Felipe González. Segundo, yo amo a León, creo en León, defiendo a León y le he dedicado mi vida a León. Si por eso me llaman leonesista, lo acepto. Yo aposté por la asignatura del Reino de León en la Universidad. Me dijeron que no la iba a pedir nadie, pero se llenaron las plazas. En esa defensa de León me van a encontrar siempre y por eso voy a hablar con la Consejería de Educación para que figure en los libros de texto.

– En todo caso, imaginará que se avecina una campaña en la que la autonomía va a ser un punto de debate importante. ¿Cuál es su visión?
– Que estamos engañando a la ciudadanía. Un alcalde no tiene competencias para hacer eso, se tiene que reformar la Constitución en las Cortes Generales, pero le devuelvo la pelota. Si él de verdad creyera en esto, si se pudiera hacer, la primera persona con la que se habría reunido sería el presidente del Gobierno. ¿Cuántas veces lo ha hecho? Lo hemos preguntado. Por lo tanto, está mintiendo cuando dice que se puede hacer desde el Ayuntamiento. Y yo no voy a mentir. A lo mejor las urnas me premian o me castigan, pero no voy a mentir y hacer promesas vacías. No es leonesista de verdad, sino de ocasión, porque no lo era cuando hace unos años era concejal de Movilidad y molestaba a los ciudadanos con el tranvía y otras ideas absurdas. Entonces, no me haga cortinas de humo con la autonomía y baje a la calle, dígame cómo ha arreglado la vida a los comerciantes, cuántas bajadas de impuestos ha hecho a empresarios y a autónomos, cómo ha mejorado la vida de nuestros mayores… Lo demás es un brindis al sol, porque lo primero que tendría que haber hecho es reunirse con el presidente del Gobierno para llevarle el acta de la sesión plenaria en la que se aprobó la moción por la autonomía.

– ¿Y usted lo haría?
– Sí.

– ¿Pero para pedirle la autonomía?
– Para pedirle que apueste por León y que de una vez por todas dejemos de ser el último mono de la comunidad en cuanto a inversiones. Y lo que sí que haría sería partir desde el respeto. Antes de tomar una decisión como esa hay que tener en cuenta que debe ser un acuerdo de toda la provincia y que hay que sumar a Zamora y a Salamanca, porque el preacuerdo que hubo en su momento también las contemplaba. Por tanto, tendríamos que ver si los zamoranos y los salmantinos quieren, porque lo demás vuelve a ser un brindis al sol. Me molesta que me tomen por idiota y me engañen. Una vez que sepas que la gente de toda la provincia y también de Zamora y Salamanca está dispuesta a sumarse, adelante. Pero hasta entonces, son brindis al sol y cortinas de humo para justificar que no se ha hecho nada ante la realidad, que es la señora que no puede pagar o los jóvenes que se van.

Pecamos de prudencia en la gestión y tendríamos que haber ejecutado proyectos y no solo dejarlos diseñados– Pero muchos leoneses piensan que la falta de oportunidades y el declive económico y demográfico de la ciudad y la provincia se debe precisamente al marco territorial. ¿Cree que es así?
– Voy a contestar con total sinceridad, que veo que va a ser mi punto débil en toda la campaña, el ser sincera. A mí me preguntan cuando un leonés, Rodolfo Martín Villa, decide cómo es el mapa autonómico y en ese momento me pillan la primera. No le habría dicho que León solo, porque no creo en ello, pero sí con Zamora y Salamanca. ¿Por qué se hizo esta configuración autonómica? Por una cosa que a mí me parece muy triste en la política nacional, que es el miedo a los vascos. Y entonces quieren aislarlos quitando dos provincias a la Castilla histórica, porque Cantabria y La Rioja siempre fueron Castilla. Se las quitaron por miedo a los vascos y quisieron compensar a Castilla. En su momento me pareció un argumento absurdo y me lo sigue pareciendo. Y a partir de ahí, si hay algo que respeto por encima de todo es la ley. Y la ley dice los pasos que hay que seguir para la autonomía, se pueden dar, se puede mirar, pero respeta si te dicen que no en Zamora o Salamanca o en cualquier municipio de León.

– ¿Fomentaría usted como alcaldesa la búsqueda de ese consenso para empezar a dar esos pasos que marca la ley?
– Yo lo que garantizo es que voy a seguir la ley, pero no me voy a inventar nada por la foto del momento para luego tener que tirar para delante con un brindis al sol. Yo eso no lo voy a hacer. Y no por mí, sino porque hay 120.000 personas detrás.

– Pero es que la encuesta dice que dos de cada tres vecinos de la capital apoyan la autonomía…
– Y te garantizo que los cauces que deben seguirse, si los leoneses estiman que esa es la voluntad, se consultarán todos y con toda limpieza se dirá la realidad. Pero hay que hacer los deberes e informarse antes de ir a un pleno y soltar una bomba. Y si la sueltas, sé coherente y vete a hablar con Pedro Sánchez, que es el que tiene las competencias por mucho que nosotros hagamos las cosas por amor a León.

– ¿Va a ser reivindicativa con la Junta y el Gobierno?
– Si soy alcaldesa, el 1 de junio voy a pedir reuniones con el presidente del Gobierno y de la Junta. Y claro que voy a ser reivindicativa, porque hay muchos miles de personas que nos lo piden, pero para eso hay que sentarse en las mesas.

– ¿Y qué proyectos tiene previsto exigir como prioritarios?
– Eso irá en el programa electoral, pero al Gobierno lo primero que le pediría es el tema de los trenes con Madrid. Y a la Junta le diría que tenemos un gran aeropuerto al que debemos sacar rédito teniendo unas buenas conexiones. Pensemos en lo que ha ocurrido con la Agencia Espacial Española. Era evidente que Sánchez se lo iba a dar a Sevilla, pero que no engañen.

– Aváncenos algo sobre quiénes le van a acompañar en la lista…
– Hay una cosa que me molesta mucho. En política hay demasiadas personas que son como Atila, rey de los Hunos. Yo no soy así. Yo dialogo y veo que mis compañeros han estado haciendo un trabajo que es bueno. Por eso no puedo llegar y hacer tabla rasa para que todos queden fuera. Mi lista va a ser integradora y se va a guiar por el principio de mérito y capacidad en la gestión y por el amor a León.
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