Soltra, 20 años de solidaridad y trabajo

Con cerca de 900 trabajadores, esta entidad sin ánimo de lucro de La Virgen del Camino lucha por la inclusión de las personas con capacidades diferentes a través del empleo

Víctor S. Vélez
21/03/2021
 Actualizado a 21/03/2021
Un trabajador realiza comprobaciones de algunos de los componentes electrónicos que fabrica Soltra para vehículos. | MAURICIO PEÑA
Un trabajador realiza comprobaciones de algunos de los componentes electrónicos que fabrica Soltra para vehículos. | MAURICIO PEÑA
Solidaridad y trabajo. Las dos palabras que forman el acrónimo de Soltra son también toda una declaración de intenciones de lo que significa esta entidad sin ánimo de lucro ubicada en La Virgen del Camino. El pasado año, Soltra cumplió dos décadas de trayectoria, pero los actos conmemorativos han estado restringidos por la pandemia del Covid-19. Sin embargo, ni siquiera el coronavirus ha sido impedimento para que Soltra siga luchando por la inclusión de las personas con capacidades diferentes. La mejor prueba de ello es que se ha luchado por mantener la plantilla durante lo que va de crisis económica.

Un compromiso con el empleo que Soltra mantiene presente desde sus principios fundacionales. La historia de la entidad comienza en el verano del año 2000, con el objetivo fundamental de crear puestos de trabajo para el colectivo de personas con capacidades diferentes, permitiéndoles participar en el esfuerzo de empresas e instituciones por generar riqueza. Soltra nació de la caída de las vocaciones en la Orden de los Dominicos, los cuales aportaron unas instalaciones en el alfoz de León para fundar la institución junto con los promotores de proyecto, el matrimonio leonés desplazado a México don Antonino Fernández y doña Cinia González y a los que se unieron Caja España y Grupo Gureak, que ya estaba desarrollando iniciativas similares en centros especiales de empleo que estaban situados en Guipúzcoa. Así, su proyecto para la inclusión sociolaboral de personas con discapacidad fue exportado a León aunando entre todos los socios infraestructuras, esfuerzos personales, aportaciones financieras y experiencia en el sector del empleo protegido.

Aunque don Antonino y doña Cinia, los Dominicos, Gureak y Caja España firmaron las escrituras de constitución en el 2000, Soltra no empezó con sus actividades hasta un año después. Por aquel entonces, un grupo inicial formado por una docena de personas se desplazó hasta San Sebastián para recibir una formación y trasladar a León el conocimiento de Gureak en la apuesta por la inclusión a través del empleo.La entidad trabaja en varias localidades de León y tiene abiertas otras delegaciones en México y en Dinamarca Desde entonces la evolución de Soltra ha sido imparable, hasta alcanzar cerca de 900 empleados y ofrecer trabajos que llegan a todas partes del planeta. Según explican a este periódico el director general de Soltra, José Antonio Idoeta, y la directora de Comunicación y Marketing, Gemma González, la plantilla actual de Soltra cuenta con unos 450 trabajadores en la provincia de León. En Dinamarca, actualmente con 50 empleados, desplazaron personal que había desarrollado la misma actividad para Vestas en la planta de Villadangos del Páramo. Por último, cuentan con otros 350 empleos en la ubicación de la entidad en México y que lleva el nombre de Cinia. "Don Antonino, que es el promotor y mecenas de todo el proyecto de Soltra, tuvo la idea de crear en 2005 un centro especial de empleo en México a imagen del que hay en La Virgen del Camino", señala Idoeta.Algunos momentos claveSin embargo, para pasar de ese grupo inicial de 12 personas a los casi 900 miembros de la 'familia' Soltra de la actualidad, la entidad ha tenido que pasar por una serie de hitos a lo largo de las dos décadas de recorrido. De este modo, en noviembre de 2004 se inauguró la nave en la que centenares de operarios y operarias de Soltra confeccionan cada día millares de piezas, principalmente del sector de la automoción, en diferentes cadenas de montaje.En el año 2009, Soltra dio un nuevo paso en La Virgen del Camino con la inauguración de su residencia, que también sirve como centro ocupacional y en la que conviven 40 personas con enfermedad mental. En 2017, la entidad experimentó otra inyección de empleo con la inauguración de su lavandería que ha llegado a ‘hacer la colada’ de 10 toneladas de ropa al día, sobre todo con productos para los sectores de la hostelería y del alojamiento en un radio de acción de 300 kilómetros.Todo se reinvierteUno de los innegables éxitos cosechados por Soltra es el de alcanzar estos logros empresariales sin renunciar a su certificación como centro especial de empleo sin ánimo de lucro. Ninguno de los socios tiene interés en que haya retornos sobre lo invertido. De este modo, si hay beneficios, es obligatorio que todos se tengan que reinvertir creando oportunidades de empleo para las personas con discapacidad. Un matiz importante que diferencia a esta entidad de otros centros especiales de empleo.En Soltra trabajan personas con discapacidad física, intelectual, sensorial y con alguna enfermedad mental. En esta batalla por la inclusión se da preferencia a las personas con mayores necesidades de apoyo, es decir, aquellas con discapacidad intelectual, enfermedad mental y discapacidad física o sensorial por encima del 65 por ciento.

Para ser centro especial de empleo, la normativa exige que un mínimo del 70 por ciento de la plantilla tenga reconocida algún tipo de discapacidad. Sin embargo, en Soltra buscan ir un paso más allá. "En nuestros estatutos tenemos la exigencia mínima del 90 por ciento, de las cuales mínimamente el 50 por ciento sean personas con mayores necesidades de apoyo", explica el director general de Soltra.

'Hazte incluencer'


La misión de la entidad es la inclusión de las personas con discapacidad en la sociedad. Algo que no se consigue solamente a través de empleo, por lo que han lanzado un "movimiento de sensibilización social". La campaña 'Hazte incluencer' comenzó a finales de 2019, precisamente con motivo del vigésimo aniversario de Soltra y tenía prevista una elevada cantidad de acciones a través de las redes sociales. "Por hacer un símil con lo de ser ‘influencer’ de la inclusión creamos el término de ‘incluencer’, con el que queremos que todos se vayan familiarizando", señala Idoeta.

Sin embargo, tanto esta como otras iniciativas programadas por el aniversario han estado condicionadas por la crisis sanitaria. "Empezamos con bastante fuerza e ilusión. Pero la pandemia nos cortó líneas de actuación como la de ir a los centros escolares a acercarles el mundo de la inclusión, nuestras limitaciones y nuestras capacidades. Venir a verlo ayuda mucho por todos los perjuicios y estereotipos que hay en la sociedad y que son los que pretendemos erradicar. Cuando vienes te sorprendes y ves que trabajamos con sectores en los que la exigencia y los controles de calidad son máximos", indican desde Soltra sobre este proyecto que contemplaba ir a buscar a los alumnos con un autobús rotulado para hacer visitas a las cadenas de montaje.

Mirando al futuro


El 90 por ciento de la plantilla tiene alguna discapacidad física, intelectual, sensorial o una enfermedad mental La pandemia también ha resentido durante algún tiempo la capacidad productiva de Soltra por las restricciones y por los mayores riesgos que el Covid implica para sus trabajadores. Sin embargo, a pesar de que ámbitos de actuación como la lavandería se han visto especialmente afectados por la crisis, han mantenido íntegramente los puestos de trabajo. "A la vuelta del verano retomaremos la fortaleza de los proyectos anteriores y avanzaremos con los nuevos que teníamos en mente", señala Idoeta.

Desde el fallecimiento de don Antonino, su sobrino Carlos Fernández ha sabido mantener "con la misma ilusión" el proyecto de solidaridad y trabajo de Soltra. Un empeño que es posible gracias a la parte societaria, formada por Finaccess, Unicaja Banco (antes Caja España), Gureak, los Dominicos, la administración, los clientes que brindan oportunidades y todas las personas que forman la plantilla de Soltra y que día a día ofrecen sus capacidades. "Deberíamos estar orgullosos de tener en León un proyecto de este calado. Hemos crecido en cantidad, pero también en calidad con todas nuestras líneas certificadas y sellos medioambientales y de prevención", concluye el director general de la entidad.

Con el ejemplo de esta trayectoria, Soltra ya mira al futuro con la ilusión renovada que aportan las barreras que consiguen ser superadas. Una superación que las 900 personas que forman parte de esta 'familia' entienden mejor que nadie y que ponen en práctica día tras día.
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