En cuanto al perfil de acceso a la monoparentalidad, apuntan que está formado mayoritariamente por familias que han decidido ser monoparentales (40%), seguido por las formadas por la ruptura de pareja y el divorcio. El reconocimiento de familia monoparental sólo se da actualmente en determinadas comunidades autónomas (Aragón, Baleares, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana y Navarra) y tan sólo un 35% de las familias cuentan con un reconocimiento o carné. Sin embargo, las familias de ese 35% declaran que el reconocimiento no ha mejorado su situación económica en cuatro de cada cinco casos.
Entre las principales preocupaciones de las familias monoparentales sobresale la vivienda. El estudio concluye que cada vez es más común la modalidad de viviendas en alquiler, y más rara la existencia de unidades familiares con viviendas en propiedad y sin cargas.
La red personal, fundamental
Para la fundación Isadora Duncan, «las familias monoparentales continúan siendo unas grandes desconocidas para la sociedad española». Consideran que los problemas de conciliación laboral o familiar, cuidados y necesidades, «dependen aún del apoyo altruista por parte de su red social, condiciones manifestadas de manera más extrema durante la pandemia». Ante esta situación insisten en la creación efectiva de una Ley de Familias Monoparentales, «que no sólo defina al colectivo, sino que también reconozca los derechos de las familias y valore una de las formas de unidad familiar presentes en la sociedad».
Actualmente la fundación ya trabaja en la segunda oleada de la encuesta, que busca ahondar en las conclusiones extraídas en la primera y detectar nuevos fenómenos en el entorno social de la monoparentalidad.