Socialismo y leonesismo

Cistierna, según la doctrina del PSOE aplicada por sus regidores corporativos, no quiere que León se desvincule de Castilla. Y los representantes y opositores del PP, acogiéndose al mismo catecismo, tampoco. Unos y otros –cogiditos de la mano y sin que sirva de precedente– rechazaron, hace unas fechas, la moción de la UPL a favor de una futura –y, por ahora, hipotética– Región Leonesa. Sin titubeos. Si, por otro lado, se desmenuzan las razones que alegó el alcalde, Nicanor Sen, para enviar a galeras el reivindicativo documento, sería, en palabras del celebrado Victoriano Crémer, como para mear y no echar gota. El revoltijo ‘negacionista’ aducido por Sen en el Salón de Plenos cistierniense no se lo cree ni él ni los suyos.

El refutado asunto tiene más recorrido de lo que pudiera parecer. Esencialmente para el PSOE. La vía de agua entre la dirección provincial socialista y el alcalde de León se agranda. Y acaso hasta se descontrole. Mientras que José Antonio Diez apoyaba sin remilgos la misma iniciativa en el último pleno del año 2019 –que salía adelante con los votos de su grupo, los de la UPL –autores intelectuales– y el añadido del representante de Podemos, hoy en el limbo de la expulsión del partido, los ‘amos’ provinciales, regionales y nacionales del ‘sanchismo’ se lanzaban como posesos a la yugular del inquilino de San Marcelo. Siguen en la misma línea. A poco que pudieran le bajarían de la tarima a empujones.

Sen, que además de alcalde es vicepresidente 2º de la Diputación, ha respaldado la línea oficial del partido –en este caso, nugatoria– a sabiendas de que en el Palacio de los Guzmanes, a corto plazo, se puede encender la misma mecha que en Cistierna. El PSOE gobierna con el apoyo del ‘leonesista’ Matías Llorente y ese es el hándicap. El voto de la UPL podría cambiar la gobernabilidad de la institución provincial y es un riesgo incontrolado que sigue ahí, sobre la cabeza de Eduardo Morán, su autoridad mayor. Malos tiempos para la lírica de pactos si Llorente sigue las directrices de su entidad de adopción. No obstante y dada la particular personalidad del dirigente agrario, nunca se sabe.

Vistas así las cosas, el resumen más objetivo sobre el asunto es que, aprovechando esta y otras coyunturas, que dicen los ‘ilustrados’, el PSOE de Javier Alfonso Cendón –el secretario general del partido en la provincia leonesa– quiere sacar a Diez de la política local en las próximas elecciones. Le es muy incómodo desde hace tiempo. De todas las maneras el alcalde de León tiene su ‘público’ en la Agrupación Municipal Socialista, la más numerosa de Castilla y León. En esa cancha, por el momento, arbitra él. Y a Cendón tampoco se le escapa. Cuestión de pulsos.