Sobrados de agua, pero no bendita

Este año el patrón de los labradores, San Isidro, no sale de su hornacina y deja sin bendecir un campo en un año que, de momento, pinta bien para el campo

T.G.
14/05/2020
 Actualizado a 14/05/2020
SanMillán de los Caballeros es uno de los pueblos donde siempre se celebra San Isidro aunque este año tendrá que esperar.  T.G.
SanMillán de los Caballeros es uno de los pueblos donde siempre se celebra San Isidro aunque este año tendrá que esperar. T.G.
Lo que el tiempo no da a los agricultores, se le pide a San Isidro. Que llueva para que empuje la planta tras la sementera, que no llueva si queda laboreo por hacer, que las tormentas vengan sin granizo o que las plagas no se ceben con el campo son algunas de los ruegos que se le hacen cada año al patrón de los labradores en cada pueblo de León donde lo sacan en procesión. En ellos acostumbran a sacar el santo hasta los campos para bendecirlos, un gesto que este año no se hará como tampoco se celebrarán las fiestas que vienen parejas a la tradición. El estado de alarma que sigue vigente y la necesidad de evitar las aglomeraciones dejan este año al santo en su hornacina. Aunque no es precisamente este un año en el que los agricultores tengan algo que pedirle con una campaña de cereal de invierno que de momento pinta bien para el campo como también la siembra de maíz, que avanza a buen ritmo en toda la provincia. La previsión del regadío también es óptima este año por la abundancia de agua almacenada en las reservas de León. Con que cada agricultor le pedirá lo que mejor le venga para sus fincas al santo al que, como mucho, este año solo queda encender una vela en casa.

A San Isidro son varios los milagros que se le atribuyen y que le hicieron merecedor de convertirse en el patrón de los labradores. Multiplicó el trigo con el que dar de comer a las palomas, consiguió que los bueyes arasen solos mientras él rezaba, salvó a un burro del ataque de un lobo, hizo que un puchero no tuviese fondo para dar con él de comer a muchos y consiguió que lloviese cuando la sequía acuciaba al campo. Por todo ello, cada 15 de mayo en muchas localidades de León rinden honores al santo, sobre todo aquellas en las que el sector primario es el sector fundamental de su economía. Por ejemplo, Santa María del Páramo. Allí la Junta Agropecuaria retomó por todo lo alto la fiesta hace unos años con una procesión en la que el santo se porta en un carro tirado por bueyes y que siempre acaba con una comida de hermandad en la que además de celebrar, se le toma el pulso a la actualidad del campo. Pero este año no habrá tal oportunidad como tampoco la tendrán en San Millán de los Caballeros, localidad del sur de León que tiene esta festividad como una de las más importantes de su calendario pues, además de la misa y de la procesión, lleva pareja la merienda popular de un bocadillo de escabeche, tal y como manda la tradición. En La Bañeza también acercan el Santo a los campos para darles la bendición cada 15 de mayo, un agua bendita que será precisamente la única de la que tenga este año falta el campo pues de ella va sobrada con unas últimas lluvias que han ayudado a la nascencia, aunque a muchos no les haya precisamente beneficiado a la hora de recoger la siega. Nunca llueve a gusto de todos y en eso, poco puede hacer el Santo.
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