"Sin la música es probable que ya estuviera muerto"

Ahmed Ag Kaedy ofrece este jueves su tercer concierto en España, en concreto en el Teatro El Albéitar, donde con la guitarra eléctrica desgranará los temas de su último disco 'Akaline Kidal'

Joaquín Revuelta
06/11/2019
 Actualizado a 07/11/2019
La música se ha convertido en la tabla de salvación del guitarrista y compositor maliense Ahmed Ag Kaedy.
La música se ha convertido en la tabla de salvación del guitarrista y compositor maliense Ahmed Ag Kaedy.
El compositor, guitarrista y cantante tuareg Ahmed Ag Kaedy, que este jueves ofrece su tercer concierto en España en el Teatro El Albéitar a partir de las 21:00 horas y con entradas a ocho euros, asocia su música a la reivindicación de su pueblo tuareg de tener un Estado propio, si bien reconoce que el estallido del conflicto en 2012 y la llegada a su ciudad natal de Kidal de los extremistas islámicos marcó un punto de inflexión en su vida y en su trayectoria como músico, pues estos impusieron la prohibición de la música no religiosa. «El conflicto es lo que ha impactado en el mundo en estos últimos años, pero desde los años 60 se ha venido reivindicando la independencia de la región de Azawad, en el norte de Mali. Lógicamente a partir de 2012 existe un antes y un después con la experiencia de los yihadistas, que han  prohibido la cultura, la música y la educación», señala Ahmed Ag Kaedy, que reconoce que este hecho ha influido en su manera de hacer música porque los extremistas han erradicado todo aquello que querían desarrollar como pueblo: la cultura y la educación.

El músico maliense confiesa que desde el estallido del conflicto en 2012 y la expulsión de su ciudad natal de Kidal por parte de los extremistas, su música ha perdido ese tono jovial y de celebración de sus inicios para reflejar el dolor por la situación que vive desde entonces este artista, que actualmente reside en Bamako, la capital de Mali, donde suele participar en encuentros musicales que conllevan un mensaje de paz. Aunque reconoce que Bamako no es el sitio perfecto, sí que es un buen lugar para establecer relaciones sociales, si bien, siempre que puede, visita Kidal, donde todavía tiene familia, aunque se abstiene de llevar la guitarra para no propiciar enfrentamientos con los yihadistas que controlan su ciudad natal.

Preguntado cómo se imagina su vida de no haber establecido desde muy joven ese vínculo con la música en general y con la guitarra en particular, Ag Kaedy asegura que la música le ha dado identidad, que gracias a ella puede tener hoy una existencia tranquila en Bamako y que sin ella probablemente estaría ya muerto porque hubiera estado obligado a hacer la guerra, que es el único lenguaje que se conoce en su tierra.

El concierto de este jueves en León estará vertebrado en torno a su disco ‘Akaline Kidal’ (Sahel Sounds), que el músico maliense compuso en Bamako pero grabó en Portland (EE UU). Un disco que preparó y grabó con guitarra acústica, si bien este jueves en el Teatro El Albéitar tocará la guitarra eléctrica emulando así a su admirado Mark Knopfler.  
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