28/12/2019
 Actualizado a 28/12/2019
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Todavía me estoy secando las lágrimas de risa que me ha provocado la lectura de ‘Cómo ser mujer’, de Caitlin Moran. No sé por qué he tardado tanto en llegar a ella, pero a veces los libros vienen cuando les da la gana. La ironía de Moran, su vocación de bocazas y su mirada desinhibida son muy necesarias para deshacernos de muchos cuentos que se cuentan y nos contamos sobre cómo ser mujer. Y añade Moran al final del libro: sobre cómo es un ser humano.

Lo que no son cuentos, son cuentas, y de ambos salen un buen puñado de temas que Moran desmenuza y de los que se ríe, y yo con ella. Cuentos sobre la maternidad, el físico, las aspiraciones, como si hubiera un modelo en el que se deba encajar. Y un gran número de cuentas: desde los bolsos caros y los tacones con los que es imposible caminar, a elegir la tortura de la depilación brasileña en vez de algo que parezca «un pequeño titi domesticado» en el regazo.

Moran es divertidísima y también profunda. Lo que dice no es ninguna tontería. El machismo, escribe Moran, se debe a que hay quien está acostumbrado «a que seamos las perdedoras», a que las mujeres «lleguemos en segundo lugar o seamos completamente descalificadas». Ante esto, contrapone dos verbos: ser y hacer. No hay que aspirar a ser una princesa o una musa, sino a hacer algo. Hay que salir al mundo y hacer cosas.

A cien mujeres españolas que han salido al mundo y han hecho cosas está dedicado ‘No me cuentes cuentos’, un libro que presentamos esta semana en el Museo de la Radio de Ponferrada algunas autoras participantes.

Con estas historias se quiere que los más pequeños, y no tanto, descubramos mujeres como María Teresa Revilla, ‘madre’ de la Constitución española o a las hermanas Touza: Lola, Amparo y Julia, que ayudaron a salvar a cientos de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Hay científicas, escritoras, políticas, deportistas, músicas, inventoras, pintoras, aventureras. Y seguimos necesitando rescatar nombres frente a unos libros de texto escolares en los que, como concluía un estudio de la Universidad de Valencia, sólo el 7,5% de los referentes que se citan son mujeres.
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