Siempre nos quedará... Braganza

César Gavela es un atleta literario que se siente tan cómodo en la corta o media distancia como en la larga. Tiene el músculo de la escritura preparado para cualquier carrera. Además de novelas como El puente de hierro o La raya seca, y de ensayos como el dedicado a su paisano Ramón Carnicer, Gavela es autor de numerosos libros de cuentos, género que nunca abandona porque «es en el que más cerca me encuentro de mí mismo».

Su último libro, publicado por Eolas, se presenta este miércoles 14 en León a las 20:00 horas en la galería Ármaga, y apunta a una disciplina olímpico-cuentística que combina el esforzado salto de altura del microrrelato con el sprint del cuento. El periodista y escritor Emilio Gancedo será su presentador, una labor que retomará este viernes el director del Teatro Bergidum, Miguel Ángel Varela, en una presentación que será a las 20:00 horas en el Museo de la Radio de Ponferrada.

«Éste es un libro que se ha escrito durante varios años, en el que aparecen personas de vidas modestas, que creo que son las de la mayoría de la gente, y para los que escribo. Muchos personajes son fabuladores, aunque a veces la realidad los desmienta, por lo que de alguna manera son coautores del libro. Otros buscan una especie de salvación con el regreso a lugares en los que han estado, oal pasado. Es un regreso con el que ansían la curación de un dolor».

Los cuentos, más de una treintena, exploran los límites entre el amor y la muerte, entre el humor y la melancolía. Todo en escenarios del noroeste, como el del cuento que da título al volumen: Braganza, una historia ambientada tras la Revolución de los Claveles y en la que el amor y la política son dos fuerzas a la vez opuestas y complementarias.

Pero también Asturias, y Galicia, y León y, cómo no, el Bierzo, aunque a veces se identifique el escenario y otras no tanto. «Al final, los temas son universales, da igual dónde ocurran las historias, aquí o en Stalingrado», añade Gavela. «Creo que estos cuentos representan muy bien mi mirada. Están llenos de personajes misteriosos y a la vez cercanos, y en ocasiones entran en la literatura del absurdo, en la perplejidad, y siempre aparecen el amor, la muerte, las ilusiones y el poder».

Desde relatos ambientados en el mundo mítico del maquis a otros llenos de dolor por la muerte de un hijo, como Eduardo, que abre la selección, Gavela ofrece una mirada tierna y a la vez irónica sobre ese deporte de riesgo que es ser humano y continuar avanzando en una difícil competición entre la desesperación y la alegría.