"Si no salen 40.000 personas a la calle la manifestación será un fracaso"

La Mesa por el futuro del Bierzo decide sumarse a la movilización convocada por UGT y CCOO para el 16D y recuerda que con los 4.000 participantes de 2016 no servirá

Mar Iglesias
07/12/2018
 Actualizado a 16/09/2019
Reunión de la Mesa por el futuro del Bierzo para decidir su adhesión a la movilización. | ICAL
Reunión de la Mesa por el futuro del Bierzo para decidir su adhesión a la movilización. | ICAL
Por unanimidad, la Mesa por el futuro del Bierzo decidió en asamblea acudir a la movilización convocada por los sindicatos UGT y CCOO para el próximo 16 de diciembre, domingo, a partir de las 12:00 desde la céntrica plaza de Julio Lazúrtegui.

El presidente de la Mesa y del Consejo Comarcal del Bierzo, Gerardo Álvarez Courel considera que no debería importar quién convoca la medida«porque lo importante es la movilización de la sociedad», que espera masiva. Calcula que la barrera de poder considerar la convocatoria como un éxito estará en las 40.000 personas «si tenemos en cuenta que en el Bierzo somos 130.000».

Todo lo que baje de esa cantidad «querrá decir que hemos fracasado todos». Courel recuerda la movilización por el futuro del Bierzo que se realizó el 29 de junio de 2016, arropada por 4.000 personas, una cifra que le parece insuficiente para el mensaje que se pretende trasladar más allá de la comarca.

Considera el presidente que la movilización es el camino para «que se sepa en Madrid que no nos resignamos» y para que Endesa, tras los cierres de Anllares y el pretendido de Compostilla pueda incluso «pensar en alternativas para la zona».

Courel anima a seguir la estela del 15N en León, donde una manifestación masiva hizo que las cosas empezaran a cambiar y se consiguieran alternativas para la empresa Vestas, que cerraba sus puertas. Ese es el ejemplo que quiere que se siga en la comarca, donde lamenta que, desde la convocatoria de la movilización, hayan surgido voces críticas hacia la misma e incluso una propuesta de realizar otra convocatoria alternativa, sin políticos ni sindicalistas tras las pancartas.

Aunque Courel considera que en la situación crítica del Bierzo «todos tenemos parte de la culpa y ahí debe estar también la parte de la solución», la respuesta social, cuando se ha necesitado implicación, no siempre ha sido válida «y tiene que notarse que todos estamos en el mismo barco», pidió.

Pancartas todas, desde el respecto

Con respecto a la polémica sobre quién debería ir encabezando la marca del 16 de diciembre y con qué manifiesto, Courel asegura que aún está por definir el texto común, que redactarán los sindicatos «no está cerrado el texto, pero tampoco quién va a ser el que lo lea».

Sí avanza que el panfleto inicial para promocionar la marcha deja claro «que las culpas están repartidas». Un texto del que se habla el mismo día que el Gobierno publica la aceptación del cierre de Anllares «y necesitamos alternativas para que no se vaya la gente», dice. Y, es que, asegura que Compostilla ha marcado el cierre en 2020 pero no descarta que esa fecha se adelante como ha pasado con Anllares, que contaba con 17.500 horas de producción o cierre en 2023 y ya se ha procedido a su desconexión.

En cuanto a la pancarta y quién la sujetará, Courel asegura que «todas las pancartas y banderas serán bien recibidas desde el respeto». Por parte de la Mesa, asegura que se llevará la de 2016, que rezaba «por el futuro del Bierzo», una reclamación que sigue estando vigente. Pero Courel también cedió su puesto tras esa pancarta «si lo quiere algún ciudadano se lo cedo. No necesito fotos, pero sí gente», abundó.
«Si no vamos unidos no seremos un clamor y si no nos oyen no existimos», apuntó Courel.

Alternativas para las térmicas

El grito unánime que se espera pretende conseguir alternativas para el cierre de las térmicas fundamentalmente.

Courel recordó que se había propuesto impedir el cierre por real decreto y se planteaba que si quería cerrar permitiera la cesión al estado sin lucro cesante, algo que sigue manteniendo «si la central se pudiera usar para otra actividad o para otra empresa, ya ganaría dinero», justifica. Considera que la Junta y el Gobierno debe implicarse en buscar alternativas que «deben llegar mientras tenemos vida en los otros sectores, porque sin ella y si la gente se ha ido, es difícil que vuelvan».
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