En abril Castilla y León tenía censadas más de 5.000 explotaciones apícolas, el 17,3% de España
La apicultura no es la estrella de las actividades agropecuarias pero tiene su hueco en la provincia de León. Así lo avalan las más de 40.000 colmenas con las que cuenta actualmente la provincia y también el número de apicultores estimado en más de un millar. La mayoría de estas explotaciones apícolas no son profesionales, aunque la tendencia actual apunta a que cada vez hay más profesionalización en el sector.
Según la Subdirección General de Productos Ganaderos del Ministerio de Agricultura y Ganadería, en el mes de abril, en Castilla y León estaban contabilizadas 5.071 explotaciones apícolas, una cifra mayor a la de 2015 por esa misma fecha, momento en el que la comunidad autónoma contaba con 4.546 explotaciones de este tipo. La actividad en la región supone el 17,3% del sector a nivel nacional. No es León la provincia con más peso dentro de ella, puesto que liderando el sector está Salamanca, pero los datos que se registran cada año van en aumento, un indicador del buen estado de salud en el que se mantiene la apicultura, concentrada sobre todo en la comarca del Bierzo.
Mal año para la miel
Finalizada la campaña de recolección de la miel, los apicultores leoneses han constatado una importante caída de la producción respecto a la de un año normal, y lo achacan fundamentalmente a la temporada de lluvias de la pasada primavera que interrumpió la floración y el trabajo de las abejas. La Asociación Leonesa de Apicultores estima que no han superado el 50% de la producción del año pasado y ahora, con una menor cosecha, esperan "que se sostenga los precios, pues a lo largo de este año habían experimentado una importante caída en las cotizaciones", comunicaban desde el sindicato Asaja al finalizar la campaña.
La baja producción es una situación coyuntural que se ha dado en la mayor parte del territorio español, de modo que según Coag, "ha habido una reducción de hasta un 40% respecto a la media de un año normal que está estimada en las 30.000 y las 33.000 toneladas anuales" a nivel nacional. Desde este mismo sindicato denuncian la situación del sector en el que "la industria envasadora continúa con su estrategia de paralizar de forma intencionada la compra de miel española para mantener el hundimiento de los precios". Denuncian que por primera vez desde hace muchos años "las cotizaciones se encuentran por debajo de los costes de producción" (2,65 euros por kilo).
La mayoría de la miel, sobre todo de apicultores profesionales, se vende a mayoristas, aunque una parte importante de la producción se comercializa en el mercado de venta a particulares, y en el caso de los apicultores que envasan, en tiendas y mercados locales.
Los últimos datos ofrecidos por la Subdirección General de Productos Ganaderos del Ministerio de Agricultura y Ganadería en cuanto a la producción de miel son los correspondientes a la campaña de 2014. En Castilla y León en ese año se obtuvieron 4.498 toneladas, el 14% de la producción
nacional. Es suficiente la producción como para abastecer el consumo nacional puesto que la media es de 0,7 kilos por persona. asociación leonesa
La mayoría de los productores de miel de la provincia de León se aglutinan en la Asociación Leonesa de Apicultores, una organización que vela por
el sector y sobre todo se ha volcado en su profesionalización impartiendo cursos para mejorar la eficiencia del mismo y para contribuir a su profesionalización. Antonio Panera, su secretario, informa que actualmente son unos 460 socios y que manejan alrededor de 26.000 colmenas. Comenzaron su andadura en 1982 pero Panera reconoce que han sido estos últimos años los de mayor crecimiento. "Antes había muchos apicultores aficionados con un número bajo de colmenas pero desde hace seis años para acá está cambiando algo y cada vez hay más profesionales", explica. Compara el patrón de explotación apícola de hace 25 años, cuando él comenzó, con el que hay actualmente y reconoce que antes como mucho solían tener unas 15 colmenas pero "ahora ha cambiado mucho el panorama y algunos se incorporan a la actividad con pocas, pero al año siguiente ya aumentan el número de colmenas", comenta. Sobre todo destaca la incorporación de jóvenes al sector y también hace hincapié en el nivel de conocimiento ya que "antes los manejos eran mucho más precarios y ahora la gente está muy interesada en aprender y en conocer nuevas técnicas para que las colmenas sean más eficientes". El secretario de la Asociación Leonesa de Apicultores tiene claro que León "tiene mucho potencial siempre y cuando se parta del conocimiento y de la sensatez" en el sector apícola.
Este sábado la organización celebrará su fiesta en el Parador de San Marcos, un encuentro anual que sirve a los apicultores como punto de encuentro para intercambiar sus prácticas y experiencias. Entre los diferentes actos tendrá lugar una jornada apícola versada sobre ‘La calidad de productos apícolas’ impartida por el director técnico de los laboratorios Apinevada de Granada, José Orantes Bermejo, la cuál dará comienzo a las 12:00 en el propio Parador. Seguidamente a las 14:00 entregarán la insignia de plata de la Asociación a Fidentino Reyero (Jefe Servicio de la Junta de Castilla y León), Eugenio Miranda (técnico especialista de la Junta), Domingo Diez (expresidente de la organización) y Ángel Juárez (su exsecretario) como "reconocimiento a su labor y defensa del sector apícola durante muchos años en la provincia de León".
La Asociación de Apicultores Leoneses cuenta con unos 460 socios que explotan unas 26.000 colmenas
Desde la Asociación abogan "por la necesidad de unión entre los apicultores provinciales para conseguir la constitución de una agrupación de defensa sanitaria (ADS) provincial". A buen seguro que este será uno de los aspectos que salga a relucir en su inminente encuentro, como también lo será la baja producción que ha marcado esta última campaña y la amenaza de la vespa velutina.
Para combatir su entrada en las colmenas de la región, la Junta de Castilla y León puso en marcha un plan para detectar su presencia y el avance de esta avispa. Una primera fase ha consistido en trampas y capturas de estos ejemplares y la segunda, ya en marcha, durará hasta el 30 de noviembre coincidiendo con el periodo en el que las futuras reinas y los machos que las fertilizan realizan los vuelos nupciales para posteriormente abandonar el nido a la búsqueda de nuevos territorios donde asentarse.
Este sábado la organización celebrará su fiesta en el Parador de San Marcos, un encuentro anual que sirve a los apicultores como punto de encuentro para intercambiar sus prácticas y experiencias. Entre los diferentes actos tendrá lugar una jornada apícola versada sobre ‘La calidad de productos apícolas’ impartida por el director técnico de los laboratorios Apinevada de Granada, José Orantes Bermejo, la cuál dará comienzo a las 12:00 en el propio Parador. Seguidamente a las 14:00 entregarán la insignia de plata de la Asociación a Fidentino Reyero (Jefe Servicio de la Junta de Castilla y León), Eugenio Miranda (técnico especialista de la Junta), Domingo Diez (expresidente de la organización) y Ángel Juárez (su exsecretario) como "reconocimiento a su labor y defensa del sector apícola durante muchos años en la provincia de León".
La Asociación de Apicultores Leoneses cuenta con unos 460 socios que explotan unas 26.000 colmenas
Desde la Asociación abogan "por la necesidad de unión entre los apicultores provinciales para conseguir la constitución de una agrupación de defensa sanitaria (ADS) provincial". A buen seguro que este será uno de los aspectos que salga a relucir en su inminente encuentro, como también lo será la baja producción que ha marcado esta última campaña y la amenaza de la vespa velutina.
Para combatir su entrada en las colmenas de la región, la Junta de Castilla y León puso en marcha un plan para detectar su presencia y el avance de esta avispa. Una primera fase ha consistido en trampas y capturas de estos ejemplares y la segunda, ya en marcha, durará hasta el 30 de noviembre coincidiendo con el periodo en el que las futuras reinas y los machos que las fertilizan realizan los vuelos nupciales para posteriormente abandonar el nido a la búsqueda de nuevos territorios donde asentarse.