Si el Halloween fuera lo peor

Dan muchas ganas de despacharse a gusto con la filfa del Halloween y otras modas importadas, por más que no falte el que siempre le encuentra un origen celta a todo lo que se mueve y por tanto ya es más nuestro que la morcilla de la fiesta de San Froilán.

Dan ganas, y muchas, de echarle la culpa al mismísimo Obama, y no por negro, por presidente. Pero...

Pero miras alrededor y ves siete teléfonos móviles encendidos y dos de ellos conectados entre sí, riéndose de los mensajes que se mandan sin hablarse, pese a estar a dos metros uno del otro.

Pero en la televisión del bar es como una religión ver a Belén Esteban y sus tertulianos comparsa. No se puede cambiar, parecen órdenes del todopoderoso, es más fácil marchar sin pagar o fumar en el local que no ver a la petarda del pueblo.

Y como el bar ya tiene Wifi en vez de escuchar a la gente que habla y recuerda aquellos ritos de muerte, tan tétricos, tan singulares, viajamos por la red a ver qué traje llevaban los jugadores del Barcelona, Justin Beaber...

Silencio, que sale la mujer de Julián Muñoz de la cárcel y hasta es posible que le den el tercer grado antes que a la Pantoja.

Y no te queda más remedio que pensar qué motivos puedes tener para ensañarte con el halloween o, cuando menos, sólo con el halloween.