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¿Show must go on?

08/05/2015
 Actualizado a 10/09/2019
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Es difícil hablar de fútbol en una semana en la que se ha ido una de las personas que más ha luchado para que la Deportiva sea el club que es hoy. Para bien o para mal, el partido frente al Alavés ha quedado en un segundo plano, porque nos ha dicho adiós una de las figuras más entrañables que ha ‘parido’ la Deportiva.

Para los que no tuvimos la suerte de coincidir demasiado con él, ver la cascada de mensajes de cariño y apoyo tras la noticia nos encoge el corazón de igual forma que si hubiéramos estado dentro del vestuario. «La vida sigue», dijo ayer Rubén Vega. La profesión va por dentro y le honra no haber utilizado su leyenda para sacar réditos estrictamente deportivos. «En el pensamiento va a estar, es inevitable, pero no hemos acudido al sentimiento o estas cosas extremas porque el equipo debe estar motivado de por sí».

Se le ha juntado todo a Rubén, al que le tocará vivir en primera línea uno de los partidos más duros y a la vez más importantes de la historia del equipo que tanto amó Franga, porque la noria no para, salvo que Villar se lo proponga.

Resulta repugnante que el fútbol solo pueda paralizarse por la rabieta de un ‘caudillo’ y sea momentos en los que la pelotita debería estar en un segundo plano, cuando las fechas pasan a ser sagradas. ¿Qué esperar de unos organismos que han permitido aberraciones como la de aquel partido en el Bernabeú tras el 11-M? Tampoco es necesario irse tan atrás en el tiempo. Esta misma temporada, apenas unas horas después de una batalla campal entre descerebrados que acababa con un fallecido, Atlético y Dépor saltaban puntuales al terreno de juego.

Pan y circo. El espectáculo continuará, al menos esta semana. Veremos si a Villar le apetece que continúe la que viene.
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