'Show me the money'

Por Jorge Alonso Macía

Jorge Alonso Macía
26/07/2021
 Actualizado a 26/07/2021
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Los Juegos Olímpicos son un gran negocio, una idea de la que el COI huye apelando a ese romanticismo de ser la cima del deporte mundial a lo largo de la historia y defendiéndose con la excusa de que no hay un solo anunciante en ninguna de las imágenes que vayan a ver por televisión estos días.

Sin embargo, estando aquí en Tokio uno se siente como en un gigante Disney World. Un parque de atracciones del deporte en el que puedes tomar un autobús que te lleve a ver a los mejores jugadores de baloncesto del mundo u otro donde el final de la ruta sean los más afinados tiradores del planeta. En Orlando esos autobuses te llevan a ver a Mickey o a Luke Skywalker, prácticamente la única diferencia entre uno y otro es que los de aquí son los de verdad.

Pero al final todo va de pagar, de hecho si no fuera así estos Juegos Olímpicos nunca se hubieran hecho. El dinero que pone la NBC, la televisión estadounidense que tiene los derechos de los Juegos y por los que ha pagado 12 ¡billones! de dólares por 20 años, desde Londres 2012 hasta Brisbane 2032, es el que realmente manda. Es por eso que las finales de natación o de gimnasia, dos de los deportes con más tirón en Estados Unidos, son en el horario matutino japonés... en el ‘prime time’ americano.

Las televisiones de todo el mundo con derechos pagan y reciben. Las radios y otros canales a nivel mundial sin derechos, también pagan, aunque menos, y algo también reciben. Tienen mejores sitios para ver los partidos, un sitio preferente en la zona mixta... Tanto es así que para la prensa escrita, que es cierto que no paga por su acreditación, queda lo que el resto no quieren. Este domingo, en la zona mixta del Estadio Yoyogi, una amable japonesa que decía hablar español me dejaba muy claro que no podía grabar en vídeo mi conversación con Mireya González. La próxima vez la traeremos cecina.
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