Sheila Barrero: un asesinato, catorce años y ningún culpable

Pese a las informaciones que apuntan a que se ha reabierto la investigación, la familia de Sheila Barrero asegura que no tienen comunicación al respecto

Estefanía Niño
07/11/2018
 Actualizado a 18/09/2019
Sheila Barrero, en la imagen, tenía 22 años cuando fue asesinada. | L.N.C.
Sheila Barrero, en la imagen, tenía 22 años cuando fue asesinada. | L.N.C.
Un crimen, catorce años y ningún culpable. Este podría ser el macabro resumen del asesinato de Sheila Barrero Fernández, que se produjo el 25 de enero de 2004. Ninguna respuesta. Y todo parece seguir igual, con el mismo dolor para su familia y sin ninguna respuesta. A principios del pasado mes de octubre, diversos medios de comunicación de nivel nacional aseguraban que el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) había decidido reabrir el caso del asesinato de Sheila Barrero tras el impulso a la investigación realizado por la Unidad Central Operativa (UCO). Asimismo, señalaban que "las autoridades judiciales asturianas no han querido dar más detalles debido al secreto de las actuaciones", si bien apuntaban que tras una reunión entre integrantes de la UCO y representantes de la Fiscalía Superior del Principado de Asturias y del TSJA, que se celebró el pasado mes de septiembre, y de analizar el tema, se decidió mantener en secreto las diligencias para no facilitar datos que puedan suponer un perjuicio en la investigación.

Diversos medios de nivel nacional aseguran en octubre que el TSJA había decidido reabrir el caso. Ante estas afirmaciones, la familia de Sheila Barrero explicaba a La Nueva Crónica que "el caso continúa cerrado, no se nos ha informado desde el juzgado, ni al procurador, ni abogados, ni familia que este reabierto". En este sentido, apostillaban que "si la UCO continúa trabajando, nos imaginamos que sí, ya que es lo que deben hacer, pero no tenemos comunicación por su parte de nada". Finalmente indicaban que "la noticia no sabemos de dónde ha salido ni que credibilidad tiene, a nosotros sólo nos interesa la vía judicial y la policial, y en estos momentos estamos igual que siempre por desgracia y por suerte para el asesino".

Sheila Barrero tenía tan solo 22 años cuando fue asesinada, un 25 de enero de 2004. Los hechos sucedieron cuando la joven regresaba a Degaña. A pesar de que trabajaba en Gijón, los fines de semana trabajaba también como camarera en un pub en la localidad leonesa de Villablino. Tras su jornada laboral, emprendía el viaje de regreso a casa de sus padres cuando alguien le quitó la vida. Fue dentro de su coche, en el alto de la Collada, en el puerto de Degaña. Ante la tardanza, el miedo de la familia se acrecentaba, y fue precisamente su hermano quien encontró el cadáver. Los resultados de la autopsia determinaron que la muerte se produjo como consecuencia de un disparo realizado a corta distancia. Hasta ahí, el único hecho probado y claro, ya que a lo largo de todos estos años, y en unos meses se cumplirán 15, nada más ha podido probarse.

La familia indica que el caso continúa cerrado, ya que "no se nos ha informado desde el juzgado". Todos los focos de la investigación se pusieron en B.V.G, que entonces contaba con 19 años, y que había mantenido una relación sentimental con la víctima. El sospechoso fue detenido seis meses después del asesinato de Sheila, pero finalmente fue puesto en libertad al no tener pruebas concluyentes contra él. Tres años después del crimen, en 2007, el juez decretaba el sobreseimiento de las diligencias por falta de autor conocido. Desde entonces, la familia ha venido reclamando la apertura del caso.

La principal hipótesis


La hipótesis con la que han trabajado los investigadores tras el hallazgo del cadáver de Sheila se centra en que ella conocía a su asesino. Según recoge el diario ABC en la edición del pasado dos de octubre, la hipótesis de la Guardia Civil fue que el asesino adelantó con su coche a la joven y frenó delante de ella. Sheila lo tenía que conocer, porque no intentó una maniobra de evasión, perfectamente posible dado que el ancho de la carretera lo permite. Luego, el desconocido bajó del turismo, y ella abrió la ventanilla. Entró en el Peugeot 206 por la puerta de atrás y le disparó en la nuca. Ya muerta, apartó un poco el cadáver y estacionó el coche junto al área recreativa. Finalmente huyó en su vehículo.
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