Los nombres de los autores son: Beatriz Casares, Pilar Fornes, Eduardo Fandiño, Raquel Santamarta, LiXu, Jose Antonio Alonso-Santocildes, Marina Morla, Lou Guerrero, Marian de la Puente, Adela Pérez, Ana López, Araceli Larrán, Encarna Campesino, Itxaso Garmendia, Nur Hamayel, Eulalia Parra, Tránsito Esteban, Carmen Coque, Olga Llamas, Julia Glez. Liébana, Noemí Rovina, Eva Martín, Carmen Verde, Eugenia Navajo, Ana Cristina Martínez, Yacobel Fdez, Sánchez, Claudia Gordón, Rocío Álvarez Cuevas, aNa María Loreto, Davinia Fdez, Duport, Elena Moral, Fran de Gonari, , Carlos Luxor, marc GreenBase, Luis Prado Allende ‘Sito’, Salvador Armesto, Dennis Crespo, Alejandro Glez. de Paz, , Jose Ángel Ruiz, Sergio Valbuena, Antolín Álvarez Chamorro, Adolfo Álvarez Barthe, Efraim Ortega, Man Martinez, Jose Manuel Mures, Oscar Lobato, Andrés López, Luis Vinagre, David Santaolalla, Daniel Martín, Jesùs Angel Castrillo, haciarutasalvajes, Felipe Zapico, Pedro Tapia, Rafa Anel , Jonathan Notario, Rodrigo Martín-Granizo, Alexandra Alonso-Santocildes, Gemma García Blanco (galerista) y Carlos Cuenllas (comisario de la exposición).
Entre los artistas se puede comentar que hay una dibujante de 6 años, con su propio estilo, y personas de mayor edad. Expone algún deportista (Man Martínez) y un gran comunicador y artista (JM Mures).Carlos A. Cuenllas, gran dinamizador cultural leonés, comenta sobre la organización de esta muestra: «Había una serie de artistas que deseaban mostrar su obra en estos momentos en los que se han caído numerosas exposiciones de diferentes salas y con la idea de que cada uno expusiera un trabajo representativo de su trayectoria, 60 personas que se dedican al arte en sus diferentes facetas. 30 mujeres y 30 hombres participan en la exposición titulada ‘Para muestra un botón’ en la galería Cinabrio donde ellos presentan esas obras con su toque personal y el resultado es una exposición muy variada, pero que tiene el sentido de que cada pieza representa a cada uno de los autores».Los artistas que se presentan son muy diferentes entre sí, desde autores conocidos y consagrados, con un excelente currículo, hasta aquellos que comienzan, presentando sus primeras obras, los llamados artistas emergentes. Todos ellos seleccionados por el comisario de la exposición, quien reconoce que ha sido un logro poder llevarla a cabo, realizar una inauguración segura como lo imponen las normas anti covid y, en estos momentos, se puede visitar cumpliendo todos los requisitos exigidos. Además, los museos y salas de exposiciones no están sujetos a las restricciones impuestas en estos últimos días.
Como botones de muestra de toda la exposición podemos presentar, entre otros, a Eduardo Fandiño, quien ha realizado una instalación a base de varillas de cohetes de fiesta explotados y uno sin explotar, junto a una fotografía de una persona lanzando uno de ellos. Dice: «es un trabajo que en estos momentos estoy llevando a cabo. El proyecto gira en torno a la idea de revolución. La pregunta es si estamos haciendo la revolución en esta sala, en nuestra ciudad o en la provincia, sobre todo en la provincia porque el retrato está realizado en el paisaje leonés de las choperas del Bernesga. Cojo el elemento del cohete, que es un elemento reivindicativo y además de fiesta y con ello hago ese doble juego revolución-fiesta. Por eso es una crítica ácida que responde a la pregunta ¿Podemos hacer la revolución todavía? Y la lanzo en código morse: los cohetes que más suenan son las líneas y los que menos, los puntos». Es el inicio de una gran instalación con vídeo y fotografía.
Lou Guerrero presenta un lienzo en el que mediante diferentes técnicas, acrílico, óleo, papel, cola, cáñamo…, da una sensación sombría y de oscuridad. Ella explica: «Es una serie que hice con la enfermedad que tenía mi padre, con el alzheimer, y en esta serie lo que hacía era soltar toda la rabia que tenía por lo que estaba pasando, y por otra parte con esa tendencia a enrollar o a embalar que tienen esas personas como de sujetar lo que no se puede sujetar Y cuando lo hacía era como un poco liberación, porque el cáñamo corta mucho y al final acababa con las manos casi cortadas. Es otra manera de llevar el dolor, soltando la frustración que tenía», explica.Ana Cristina Martínez presenta una obra con formato cuadrado de su serie ‘Ramas’ de 2006. Comentando su obra explica: «Es de un formato cuadrado dividido a su vez en cuadros, con tendencia al minimalismo por la zona blanca, no he tratado el lienzo y hay dispersos una serie de trazos que le dan mucho color, contrastando con el blanco y la transparencia del lienzo». Es una pieza en la que se busca el disfrute en la contemplación de su belleza tan sencilla.
Adolfo Álvarez Barthe presenta una pieza muy acorde con su singular estilo, tan poético, histórico y literario, donde una oca sobrevuela unos jardines versallescos. Nos dice: «estos jardines son unos jardines que se hacen y se deshacen, que las magas desde Calipso, Circe y luego en el renacimiento Alcina, Armida y este es el último que hace alguien occidental que es Richard Wagner y es el jardín de Kundry en el segundo acto de ‘Parsifal’. Son estos jardines que crean estas magas para tenernos seducidos y engañados y luego se desdibujan, se destruyen…Pero, bueno, que nos quiten lo bailao…». Y en esa obra plasma esos jardines con veladuras en verdes muy diferentes y arcos que se solapan montados de un modo singular con las montañas que se proyectan en el fondo, vigilado todo ello por la oca que puede ser Parsifal.
Una exposición para ver y disfrutar con detenimiento que estará en principio hasta el dí 15 de noviembre, pero que puede ser prorrogada de acuerdo a cómo se desarrolle la pandemia.