"Sería pretencioso decir que hay un diálogo con El Bosco"

La casa-museo de Antonio Pereira en el número 19 de la Avenida de la Facultad acogió este martes la presentación del mural de Juan Carlos Mestre ‘Las Ciudades de Poniente’, que ha sido donado por el poeta y artista villafranquino a la Fundación Antonio Pereira. Al acto de presentación acudieron el director de la Fundación, Joaquín Otero, el poeta y escritor Antonio Gamoneda, el poeta y autor del mural, Juan Carlos Mestre, y el también poeta y artífice del documental que acompaña a la obra del artista villafranquino.

Joaquín Otero fue el primero en intervenir para calificar el mural de Mestre de "una auténtica obra de arte", cuyo origen tiene que ver "con el hecho de que Antonio Pereira nunca tuvo hijos desde el punto de vista biológico pero siempre tuvo un hijo desde el punto de vista literario llamado Juan Carlos Mestre. Mestre es la persona que más en profundidad conoció a Antonio Pereira. Eran amigos, se admiraban mutuamente, eran cómplices, hablaban por teléfono a diario y por este motivo entendimos en la Fundación que no estando Antonio Pereira tenía que haber una presencia importante de su hijo literario. Le encargamos la realización de un mural inspirado en la obra de Antonio Pereira y ese encargo se materializó durante más de un año en el mural que estáis viendo ahora mismo y Juan Carlos Mestre a ese encargo le respondió con la donación del mural, un gesto de absoluta generosidad, para que esté ubicado en la casa de Antonio Pereira, en un lugar, en una pared y de un modo que ha comisariado Antonio Gamoneda", señaló Otero, que recordó el mural estaba colocado sobre la pared blanca que había en la habitación hasta que vino Antonio Gamoneda a verlo y dijo ‘aquí hay que hacer algunas reformas porque una obra de arte como esta no puede estar al servicio de una habitación sino que tiene que ser la habitación la que esté al servicio de la obra de arte’, de tal manera que complementamos esas instrucciones del comisario Gamoneda forrando la pared de madera oscura y colocando una iluminación de museo".

Antonio Gamoneda comentó que «este mural comenzó a pintarse hace cien años porque estoy convencido de que fue el propio Antonio Pereira el que empezó a pintarlo». Gamoneda glosó acto seguido la figura de su amigo Pereira como gran poeta y maestro de la narración, dos cualidades que a su juicio están muy presentes en el mural de Mestre, que obedece a un hilo narrativo y que está impregnado de un más que evidente halo poético.

Mario Obrero, el ganador más joven del Premio Lowe de Poesía y conocido por presentar el programa de La 2 de TVE ‘Un país para leerlo’, reconoció que él solo se ha limitado a escuchar la obra de Mestre y la obra de Pereira. "Todo el guion que hay en el vídeo no son más que palabras de Pereira dispuestas y formuladas siguiendo la narrativa tanto de la obra poética de Pereira como la obra pictórica de Mestre".

El último en tomar la palabra fue el poeta y artista villafranquino para explicar que «todo lo que hacemos es el resultado de aquello que pensaron otros. Agradezco a la Fundación Antonio Pereira, en la persona de Joaquín Otero, el acogimiento de esta insumisa criatura que espero que encuentre plácida acogida fuera del hogar de la imaginación en esta casa tan querida, la casa donde vivió el maestro Antonio Pereira y su compañera, la inolvidable Úrsula. Por otra parte, la protección de Antonio Gamoneda ha sido el lenguaje de la delicadeza humana que en los momentos más adversos y delicados de mi vida se ha hecho presente con la sabiduría de lo que es el lenguaje de la poesía, el lenguaje de la delicadeza humana, la generosidad sin límites de un hombre que ayudó no ya a mí sino a toda una generación de poetas a encontrar un lugar más hermoso para estar en el mundo, que es el de la fraternidad y el de la solidaridad".

Preguntado por la influencia que ha podido tener la figura de El Bosco en la creación del mural, Mestre reconoció que sería muy pretencioso el decir que hay un diálogo con el maestro El Bosco. "Creo que sencillamente hay un diálogo con aquel Antonio Pereira que a los 14 años descubre en la imprenta de su tío Tomás en Villafranca del Bierzo ‘Los Cantor de Maldoror’ del Conde de Lautreamont, Isidore Ducasse, el gran inspirador del movimiento surrealista francés e internacional. Y esa mezcla entre ‘Cisne sin lago’ de Gil y Carrasco y el Conde de Lautreamont dio como resultado la prodigiosa imaginación de Antonio Pereira, cuyas ondulaciones llegan de manera ciertamente moderada hasta esta habitación", concluye Mestre.