Serendipia

21/03/2015
 Actualizado a 16/09/2019
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Descubrimientos o hallazgos afortunados e inesperados que se producen cuando se está buscando una cosa distinta. Se puede denominar también así a la casualidad, coincidencia o accidente. En eso consiste la serendipia. Y es que los mejores descubrimientos y las grandes sorpresas se saborean más si llegan sin avisar. Esta semana he tenido mi serendipia particular, una manera muy romántica de hallar algo que uno quiere. Realmente no es que encontrara aquello que no estaba buscando, ya que con más ahínco no lo podía buscar. Pero sí que es verdad que me llegó de la manera más inesperada posible. Va a ser verdad eso de que a veces lo más importante es estar en el lugar y en el momento adecuados. Y aquí estoy, haciendo las maletas para comenzar una nueva aventura. No quiero que suene a tópico ni a libro de autoayuda, pero si deseas algo con todas tus fuerzas, vas a por ello sin dudar y persistes, al final se consigue. Os lo digo yo que estuve mucho tiempo deprimida, pensando que nunca conseguiría trabajar de lo que me gusta, para lo que he estudiado y para lo que creo que valgo. Porque obstáculos, malas noticias, desánimo y malestar general, nos sobra en este país. Pero nunca hay que parar de intentarlo, y con ganas y esfuerzo todo llega.

Y ahí viene la parte en la que de repente, te mueres de miedo. El siguiente paso, el «y ahora, ¿qué?». Lo he conseguido, tengo lo que quiero y ahí estoy. Como el pájaro al que le abren la puerta de la jaula y de repente se piensa si debería salir volando y escapar. Alguien me aconsejó que los grandes cambios siempre vienen acompañados de una fuerte sacudida, y que no es el fin del mundo sino el inicio de uno nuevo. A todos nos asustan los cambios, a mí la primera. Pero de repente te llega, una serendipia que te hace respirar. Y todo se calma, porque por fin las cosas empiezan a estar en su lugar, en una delicada armonía. Por suerte, a veces, los sueños se cumplen. Para todos los que estéis ahora mismo en esa espiral de decepción y frustración por no conseguir lo que más anheláis, ánimo. Nunca perdáis la esperanza, porque cuando menos os los esperéis, aparecerá vuestra serendipia.
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