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Será agotador

25/03/2015
 Actualizado a 17/09/2019
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Vamos a tener un año agotador, difícil de soportar. Tendremos que estar escuchando diariamente constantes reproches, citas con el pasado y pocas con el futuro, donde se encuentra el porvenir. El «y tú más» triturará nuestras cabezas de modo inmisericorde, y recibiremos incesantemente un aluvión de futuras promesas incumplidas por parte de los diferentes partidos políticos.

Al día siguiente de cada una de esas elecciones, asistiremos al patético espectáculo de la interpretación de los correspondientes resultados. Solo tuvimos que ver el lunes a Rosa Díez. Ni el humor surrealista de Faemino y Cansado podría estar a la altura.

Las recientes elecciones andaluzas han sido ejemplo de muchas cosas, demasiadas. Más allá del sesudo análisis, para el que no tengo capacidad ni ganas, hay una circunstancia que me llamó especialmente la atención. La noche del domingo, y los días posteriores, las redes sociales montaban en cólera. Muchos eran los que no comprendían la decisión de la mayoría de los andaluces, no entendían que un partido que lleva más de 30 años gobernando la comunidad, y que ha dado muestras irrefutables de corrupción, ganara de nuevo las elecciones.

Catetos, paletos, tercermundistas, muertos de hambre, analfabetos o socios de una red clientelar debidamente articulada. Eso lo leí yo, no me lo contó nadie. Absolutamente inaceptable, aunque no niego que el asunto dé para un estudio sociológico. Unos pedían respeto para la decisión de la mayoría, otros se defendían argumentando que lo mismo, pero vestido de azul, pasaría en Valencia y Madrid. Más de lo de siempre.

Tenemos lo que nos merecemos, decían muchos.

No sé si tenemos lo que nos merecemos pero, nos guste o no, así es la democracia. Cada uno hace con su voto lo que considera oportuno, esa es la gracia; aunque mi amigo el del burladero argumente que no todos están facultados para utilizar responsablemente su derecho a votar.

Ahora bien, después de lo que hemos visto, si allí ganan los de siempre y en el otro lado repiten los mismos, quienes les voten no podrán negar ser cómplices de los próximos latrocinios.
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