Es así, durante el pasado 2019 aumentó el índice de robos con violencia e intimidación en un 9,81% con respecto al año anterior, con datos recogidos durante el último trimestre del año. Curiosamente, de ese porcentaje, la tasa ha crecido más en el mes de septiembre. Y es que la vuelta a la rutina implica la vuelta a las oficinas y los lugares de trabajo, dejando los hogares vacíos frente a los peligros de los ladrones.
Los ladrones usan técnicas cada vez más eficientes para colarse en los hogares
Con las viviendas vacías mientras los pequeños están en clase y los adultos en el trabajo, se da el contexto perfecto para que los criminales hagan de las suyas. En los últimos años, además, se están poniendo en práctica técnicas que parecen poco invasivas, pero que consiguen resultados peligrosamente buenos. Una de las más conocidas es la del bumping, con la que abren las cerraduras con una facilidad pasmosa.
No vamos a entrar mucho en detalle sobre ella, pero básicamente consiste en introducir una especie de llave maestra en el ojo de la cerradura de la puerta y, a base de golpear, activar el mecanismo de apertura de la misma como si se tratara de la llave que le corresponde. Es un sistema que se está viendo con más frecuencia en los diferentes casos de robo que se están dando ya, y que se han dado en los últimos años.
¿Se puede evitar? Por supuesto que sí. De hecho, unos cerrajeros de barcelona nos informan de la importancia de estar bien prevenidos ante dicha técnica de robo. Siendo la más frecuente, y la que resulta más fácil a los ladrones, conocerla y saber cómo evitarla es crucial. Aunque sería un error detenerse solo a reforzar la seguridad de la vivienda frente a este sistema. Hay otras técnicas también peligrosas, y hay que protegerse de todas ellas.
Cómo prevenir los robos en el hogar
Lo primero que recomiendan los especialistas es comprar un bombín antibumping. La técnica del bumping puede llevarse a cabo en aproximadamente un 80% de las puertas que hay en los hogares actualmente. Y esto se debe a que no están preparadas para evitar su uso. Reforzando su seguridad a base de cambiar el bombín, ya se está dando un primer paso ideal para proteger tanto el hogar como las pertenencias y la privacidad. Se vuelve imposible que los ladrones recurran a este método.
Los cerrajeros profesionales a los que hemos consultado recomiendan encarecidamente evaluar y renovar los sistemas de seguridad de las puertas de casa. Las cerraduras más modernas, por ejemplo, cuentan con un bloqueo inteligente que solo permite la apertura a las personas que se hayan registrado previamente. Asimismo, y volviendo a modelos más tradicionales y menos smarts, también hay opciones como los antibumping que ya hemos citado, amén de otros medios que protegen las puertas.
Es una cuestión de tranquilidad. Para poder dormir tranquilos por las noches, para ir al trabajo sin miedo a que alguien se cuele en casa. Para vivir sin miedo ,en general, es necesario hacer una reevaluación ya no solo de la seguridad que ofrecen nuestras puertas, sino también de la seguridad de todo nuestro hogar. Un buen sistema de alarmas, alguna que otra cámara que notifique en caso de actividad sospechosa, puertas mucho más robustas y difíciles de forzar. Todo eso suma seguridad y tranquilidad.
Un hogar seguro, vital para una buena vida
Como decíamos antes, la seguridad en el hogar ya no es solo algo que se busque pensando en proteger las pertenencias y la vivienda. Con los robos aumentando peligrosamente en septiembre, el miedo se apodera de las familias, que no saben cómo actuar adecuadamente para prevenirlos y poder disfrutar de su día a día con la tranquilidad que merecen.
En ese sentido, tener un hogar seguro se vuelve especialmente importante por cómo afecta a la psicología de las personas. Si se cuenta con las medidas adecuadas, la tranquilidad es infinitamente mayor porque se sabe que es imposible entrar a robar y que, si van a hacerlo, lo van a tener tan difícil que van a desistir. De ahí que sea tan importante instalar una cerradura antibumping, cambiar las puertas y hasta las ventanas si fuera necesario.
Todo suma para dar calma y paz, para proteger lo más preciado, para disfrutar de una vida mucho más tranquila.