"Sentí el impulso de meterme en la cama de Hernández"

La cantautora leonesa Isamil9, que ha dedicado su último disco a Miguel Hernández, ha podido presentarlo en el pueblo del poeta, Orihuela, dentro de los actos del 110 aniversario de su nacimiento. Un viaje inolvidable, cargado de emociones, impulsos y lágrimas que jamás olvidará

Fulgencio Fernández
03/11/2020
 Actualizado a 03/11/2020
Isamil9 en la casa de Hernández. | E.B.L.
Isamil9 en la casa de Hernández. | E.B.L.
Isamil9, leonesa, cantautora, poeta, Isabel Revilla del Río, es de esas gentes que sólo pone su voz al servicio de las causas en las que cree; frente al silencio de los olvidados, desfavorecidos o tirados en las cunetas; frente al manto que cubre vidas y biografías que lucharon contra opresores, especialmente vidas y obras de mujeres, tantas mujeres, la represaliada omañesa Genara, por ejemplo. Isamil caminaal lado de los que creen y luchan, por su tierra o su trabajo, por su futuro o el Vestas o la mina... y siempre pone su voz y su sensibilidad al servicio de los poemas de Miguel Hernández, el poeta, que tanto significa para ella y al que ha dedicado su último disco, Me sobra el corazón.

Pone su voz al servicio de aquello en lo que cree porque, repite, «el silencio no es una opción, el silencio impuesto o mantenido por miedo, por autoimposición, es una losa que hay que levantar pues nunca es tarde para recolocar los sentimientos».

Muchas causas. Y Miguel Hernández.

Por eso acaba de vivir unos días muy especiales pues ha presentado su disco sobre el poeta de Orihuela... en Orihuela, dentro de unas jornadas que conmemoran el 110 aniversariodel nacimiento de Hernández, el 30 de octubre de 1910. «Es algo que se comenzó a gestar cuando Aitor Larrabide, secretario de la Fundación Miguel Hernández, conoció mi libro disco y contactó conmigo. Íbamos a hacer algo en marzo, no pudo ser, pero sí fue posible ahora, gracias al esfuerzo de la Fundación, del Ateneo Cultural ‘Viento del pueblo’ y al ayuntamiento de Orihuela. Y a mis ganas, para qué ocultarlo».



La emoción de Isamil9 era tan evidente que, además del concierto, «recordaré el viaje, ir hacia Orihuela, toda mi vida», pese al contratiempo dealgunos problemas que surgieron en el concierto, que provocaron un deficiente sonido que, lamenta la leonesa, «tengo que reconocer que la voz que allí se escuchó no fue la de Isamil9, provocándome además nervios e inseguridad; menos mal que estuve arropada, muy arropada, por María Vázquez, María, de nuestro colectivo Mil9, que recita ‘Vientos del pueblo’ yo creo que como nadie; y por Carla Lozano, la ilustradora, que participó en el libro disco y allí pintó un cuadro en directo, que después se sorteó entre los asistentes».

Pero, al margen de este disgusto con el sonido, Isamil9 se quedará para siempre con la emoción de pisar las huellas de Miguel Hernández. «No seexplicar, creo que no se puede explicar, lo que sentí al llegar a su pueblo, a su casa donde vivió, con sus padres, donde está el patio de la higuera en el que Miguel se sentaba a refrescar y donde nacieron algunos de sus poemas. Ver los cerros por detrás de esa casa, su maleta, sus abarcas, su habitación...» y, seguramente, muchas cosas más pues Isamil9 es incapaz de contener las emociones y seguir contando. «Solo puedo decir que aunque se nos fue muy pronto ¡cuánto nos dejo! y cuán agradecida le estoy pues creo que cuanto más cantó sus canciones más me empapó de esos valores que él representa, que él nos legó pese a su corta vida».

Recuerda Isamil9 cómo necesitaba entonces abrazarse con María pero no era posible, como no era posible hacer realidad el deseo que en ese momento le rondaba la cabeza. «Me apetecía decirle a Tomás, el guía, que me dejara meterme en su cama, que cerraran las ventanas y a la mañana siguiente me iba, feliz, que ya no necesitaba ni dar el concierto».
Y recordó Isamil9 en Orihuela, y recuerda nuevamente de regreso, unas palabras de Vicente Aleixandre sobre Miguel Hernández que tienen gran vigencia en estos días, meses, que nos ha tocado vivir: «Donde había un dolor allí estaba Miguel».

Y esa frase, dice rotunda Isabel, va a ser su lema de vida: «Si con alguna de mis canciones, de mis cartas, de mis poemas, consigo mitigar el dolor de alguien, por pequeño que sea lo que disminuya, pensaré que mi vida ha tenido sentido. Creo que ésa es lalección que Miguel Hernández me ha regalado en este viaje, que me gustaría volver a repetir con más gente y con el consejo que siempre me da Sol (Gómez Arteaga): Vete llorada de casa, que esta vez no pudo ser».
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