Sensatez al volante

Decidir conducir bajo los efectos del alcohol, adelantar con poca visibilidad o apurando al máximo, correr por encima de las posibilidades de la vía o atender más al WhatsApp ponen en riesgo la vida, la propia y la ajena

Si somos sensatos, las reglas están escritas, y cumplirlas no debería ser una cuestión de economía, sino de seguridad
04/11/2018
 Actualizado a 18/09/2019
Parece cosa común que cuando circulamos por carretera y vemos a lo lejos a ‘los de verde’ entre cierto nerviosismo. ¿Llevaré algún faro fundido? ¿Cómo estará el dibujo de las ruedas? Tendemos casi a comprobar si llevamos puesto el cinturón de seguridad. Pero su labor no es intimidar, sino prevenir y, cuando sea preciso, denunciar. Se decía que estos años de crisis había un afán recaudatorio y que se buscaba ‘pillar’ al conductor con controles de velocidad en cada cruce. Si somos sensatos, las reglas están escritas, y cumplirlas no debería ser sólo una cuestión de economía, sino de seguridad vial. En lo que va de año 14 personas han muerto en las carreteras de la provincia, y por mucho que sea una cifra muy alejada de las que se registraban hace apenas un lustro, cada vida cuenta, y en la mayoría de los casos es la acción humana la que está detrás de estas muertes. Decidir conducir bajo los efectos del alcohol, adelantar con poca visibilidad o apurando al máximo, correr si no por encima de las posibilidades del coche sí de la vía o gestos tan inútiles como atender más al WhatsApp que a la vida, la propia y la ajena. El jefe de la Guardia Civil de Tráfico en la provincia de León señala que han descendido mucho los positivos en los controles de alcoholemia, algo digno de ser celebrado (aunque si es con un brindis no cojan después el coche), pero crecen los positivos en drogas. Esperemos que sea porque hasta ahora apenas había medios para detectarlos y que, como con el alcohol, nos vayamos concienciando.
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